CRIMINALES DE LONDRES JACK EL DESTRIPADOR (EN PAUSA)

Capítulo XI

Era una noche fría en Londres, como era de esperarse.

-¿No se supone que estamos en verano?.- Dijo el joven detective Adam Deveraux.- Joder, que frío de mierda hace.

-Estamos a -5° niño.- contestó el detective Webster, con un tono molesto.

-Yo solo decía, y no me llames niño, Rafael.

Ambos estaban dentro de una camioneta que por fuera se veía vieja y abandonada, ubicados a solo una cuadra del bar de mala muerte THE DOLLS, en Chinatown. Monitores mostraban imágenes de las calles, tenían en la mira a dos chicas que parecían prostitutas, pero no lo eran.

Isabella López y por supuesto, la detective Rodríguez.

-¿Y donde estará Campbell?.- preguntó Adam.

- Estará revolcándose en su mierda de vida.- respondió Rafael, estaba enojado y Adam entendía el por qué.

Horas antes el capitán Reynolds estaba de acuerdo con este plan, sin embargo Campbell no y hubo una discusión entre ellos la cual terminó con Campbell abandonando la oficina dando un portazo, el capitán lanzando un cuadro hacia la puerta y Tabitha comiendo palomitas mientras los observaba, sonriendo.

-Estas loca- le había dicho Adam mientras tecleaba en su computadora. Preguntándose ¿de donde había sacado esas palomitas?

Y ella solo sonrió aún más.

-Pienso que aparecerá.-Dijo Adam

-El es otro tipo arrogante y malcriado de esta Ciudad.

-Woo, cuidado allí vaquero.- escucharon la voz de Isabella desde los altavoces de los monitores, ambas llevan micrófonos en sus ropas, bueno si es que se le podía llamar así a sus vestidos ajustados, cortos e insinuadores.- No hagas que el capitán te despida por insultar a su detective favorito.

Adam contuvo una risa mientras la disimulaba tomando un sorbo de café, llevaban hora y media apenas, ya era medianoche. Tiffany, una de las prostitutas más viejas del lugar les dijo que ésta sería la hora donde las chicas conseguirían más dinero y los asnos un poco de acción.

Sus palabras, no las de el.

-Cierra la boca López.- dijo Rafael.

-¿Toqué un nervio?.- ella tenía una sonrisita de burla en su cara. Ahora estaba sola frente al bar.

-Suficiente.- Los regañó Reynolds desde su posición como un mendigo cerca del lugar .-¿Tabitha?

-Todo bien, capitán – Ella se encontraba dentro del bar ahora, la música estaba alta sin embargo aún podía escucharlos, el látex del vestido negro hacia que le Pícara los muslos aunque casi no los cubría, la luces se fueron apagando hasta que solo las de colores estuvieron encendidas, la pista de baile estuvo llena en minutos y la música cambió a un ritmo más sensual y erótico, THE DOLLS no parecía tan de mala muerte por dentro, ella estaba apoyada de espalda en la barra observando el lugar, sentía la tención por estar allí en busca de Jack, quería acabar de una vez y esperaba que este plan funcionara, y con un poco de suerte ella sería la siguiente víctima que el escogería.

Maldita seas Aaron.

Estúpido idiota.

El detective Aaron James Campbell había decidido no participar, Tabitha le dijo a Reynolds que lo dejara estar, ella se encargaría de el luego. Desde un principio sabía que no la tendría fácil, ella reconoce que Campbell aún está roto y afectado.

El  engañó muy bien a su terapeuta como para haberle dado de alta.

Tal vez se acostó con ella.

Tal vez tú quieras acostarte con el.

Cállate estúpida conciencia.

La música sonaba muy alta ahora y comenzó hacer calor, su largo y ahora rizado cabello comenzó a pegarse en su cuello.

-¿Te sirvo otro nena?.- el cantinero de nombre Richard le murmuró al oído, haciendo que su piel se erizara ella quería golpear al baboso, se giró con sensualidad y lentitud hasta quedar frente a él, estaba inclinado muy cerca de ella, la barra entre ellos.

-Solo si invitas tu esta vez.- ella batió sus pestañas coquetamente y el  solo sonrió  retirándose para prepararle un trago.

-Eres nueva aquí ¿Cierto?.- Preguntó el a medida que le servía lo que parecía un coñac.- Me llamo Richard.

- Ya lo se.- murmuró ella mientras tomaba el trago.

El le frunció el ceño mirándola directamente a los ojos, los suyos era de un azul bebé mientras que los de ella eran de color miel, ambos parecían brillar por las luces de colores del lugar. Tabitha señaló la placa dorada que estaba al lado de su pecho con su nombre en cursiva, RICHARD R, omitiendo el echo de que había investigado a los trabajadores del lugar.

-Claro, por su puesto.- sonrió el mientras servía otro trago.- Eso no responde a mi pregunta.

-Si, si lo soy.- Ella bebió de nuevo.

-¿Esperas a alguien?.- preguntó interesado. La mirada fija en su boca y luego sus senos

-Si. A Jack.

-¿ El del Banco?.- preguntó el extrañado.

-El destripador. ¿Lo conoces?.- con un guiño sexy ante la expresión confundida de el, ella tomó todo lo que quedaba de su coñac de un solo trago y se despidió con la mano moviendo solo sus dedos.

Tabitha camino hacia la pista de baile, había notado, en el momento que se giró a conversar con Richard, una sombra alta en la esquina del lugar observándola solo a ella, las luces de colores no ayudaban a identificarlo sin embargo llevaba abrigo largo y oscuro, también gorra.

Su piel sudorosa se había puesto de gallina y cuando llegó a la pista de baile comenzó a bailar muy sensualmente, provocándolo, ella no estaba segura de aquello pero algo misterioso en el la llamaba y no de una linda manera, su sexto sentido gritaba peligro.

Y vaya que lo era.

La detective no sabía en lo que se estaba metiendo.

Hasta que sintió como su visión se nublaba y poco a poco perdía el conocimiento.

Santa Mier…

—🕵🏻‍♀️

Acá un nuevo capítulo, espero les guste, sea constructivos, ya saben que hacer con la estrellita de abajo. LOVE u guys.❤️

¿Donde carajos está Campbell?

¿Será que nuestra detective se enfrentará cara a cara con Jack?

Hemos comprobado que Aaron James Campbell no es un completo héroe.

#salvenalapobreTibi

Besitos antiheroicos.

🕶️🔪