Capítulo XXII.

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Te he extrañado tanto.

Regresa.

Por favor.

Fueron solo pensamientos.

Palabras que Tabitha nunca diría en voz alta, mientras Campbell entraba y salió de ella.

Placer, su cuerpo había anhelado por tanto tiempo su toque. Aunque pudo superarlo, o eso creía.

Es solo sexo, solo esto y ya.

Una vez.

Y luego nunca más.

-Besame.- Pidió ella.

Y el lo hizo, con fuerza y rudeza al mismo tiempo.

Tabitha gimió en su boca.

A Campbell le gustaba y comenzó a acelerar sus empujes.

-Carajo- Dijo el.- Si... Nena, mierda te sientes...

Nena.

Esa palabra.

Así la llamaba.

Recuerdos, más recuerdos llegaron a su mente, risas, caricias, todo lo que alguna vez existió y ahora ya no.

Tabitha no pudo resistir y lo empujó con fuerza, lejos de ella.

Lejos de todo.

El ligero ardor en su centro se sentía delicioso y Su respiración era acelerada, pero lágrimas oprimian su garganta, Campbell lucía una expresión confundida y acalorada.

-Mantente fuera de mi camino.- Ella nado a su al rededor y recogió su traje de baño olvidado.

-¿Que carajos te ocurre?.- Ahora él estaba molesto. Ella lo ignoró mientras salia de la piscina haciendo un ligero gesto de dolor por los golpes que Garreth le había proporcionado.- Te estoy hablando Tabitha.- Campbell se acercó a la orilla abotonado su pantalón, se detuvo observandola.

Tabitha se colocó su traje de baño rápidamente, no sin que antes el notara de nuevo las pequeñas cicatrices de quemaduras en sus pechos, hechas por cigarrillos.

-¡¿Que?!.- Rugió de vuelta, molesta más consigo misma, que con él.- ¡¿Que coño quieres de mi?!.

Coco, el cachorro rotwailer se acercó a sus pies mojados, gruñendo, Campbell salió de la piscina y ella se alejó para tomar sus cosas.

El cachorro comenzó a ladrarle, Campbell lo ignoró acercándose más a ella y halandola por su brazo. Ambos se enfrentaban en una batalla de miradas enojadas.

-Dime, ¿Que hacían tu y Reynolds en ese puto hospital?- Arrepentimiento cruzó en la mirada de ella, y eso a él no le gustó, significa algo. Algo que aún mas Campbell quiere saber.

-No.- Susurró ella, simple, sin embargo había peso y autoridad en esa palabra.

Campbell cambió de táctica, y luego de un momento...

Plan B.

-Por favor.- susurró de regreso, sin soltarla del brazo, acercándose aún más a ella, despacio. Coco había dejado de ladrar, su atención estaba en la puerta, aunque decidió no apartarse de su dueña.- Dime ¿que me estás ocultando?, ¿Por qué no puedes decírmelo?- Campbell inclinó su cabeza.- Podría besarte de nuevo.- Él rozó sus mejillas con labios húmedos y fríos- Podría desnudarte otra vez.- continuó, inhalando su aroma.- Follarte como lo estaba haciendo...- Está vez la miró a los ojos y supo que su plan no estaba funcionando, ella estaba estoica observando, siempre a la cara, a sus ojos.- Y aún así no me dirás la verdad.

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⏰ Última actualización: Mar 05 ⏰

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CRIMINALES DE LONDRES JACK EL DESTRIPADOR (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora