Capitulo XX

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El restaurant LUXEN era uno de los más costosos y exclusivos de todo Londres, Campbell había llevado su cita a ese lugar, ambos disfrutaban de la deliciosa comida y el buen vino. Aunque la noche sea muy fría, el calor del restaurant te hacia sentir cómodo.

No hubo respuesta de la detective Rodríguez luego de que le enviara ese mensaje, sin embargo por muy extraño que pareciera estaba ansioso y una pequeña parte de él quería salir de allí.

Las cosas no están marchando como esperaba, no dejaba de pensar en Tabitha y aquel labio roto, su aspecto era preocupante, eso lo hacía sentir incómodo, ya que comenzaba a preocuparse por ella, más de lo que debía.

Una compañera Aaron. Pensó.

Eso es lo que se hace cuando se tiene una compañera.

Te preocupas por ella imbécil, no te engañes.

Últimamente su conciencia era una constante entrometida, fue ella que lo impulsó a buscar respuesta después de que Tabitha fuera rescatada. Su cuerpo casi desnudo y maltratado, inconsciente en el frío suelo quebró algo dentro de él, no lo iba a negar, quería protegerla y tal vez, solo tal vez, estar junto a ella.

No, eso no.

Aaron James Campbell no estaba listo para enredarse con alguien y menos "su compañera".

¿Entonces que haces allí con Elle?, ¿Tan seguro estás de no querer enredarte?.

Carajo.

Suspiró cansado, mientras tomaba un trago de su jugo de naranja.

-¿Día agotador?.- Pregunto su cita.

-Mas o menos.- respondió mientras sus ojos verdes la observaban, Elle Manning era una mujer hermosa, lucía sexy ese escote en su vestido, cosa que funcionó para distraerlo de aquellos incómodos pensamientos sobre la detective Rodríguez.

-¿Quieres dejar de mirar mis pechos y platicar sobre ello?.

-No.

-Ok.- Ambos sonrieron y ella le dió un sorbo a la copa de vino.- ¿Cómo es tu relación con la detective Rodríguez?.

-¿Relación?.

- Tu trato hacía ella Aaron.- Elle aclaró la pregunta, sin embargo sentía curiosidad.- Ese era tu área a mejorar.

-¿Acaso la antipatía y la avaricia laboral es un pecado?.- Campbell no quería tener esa conversación. El sarcasmo siempre ayuda en temas como esos.

-No Aaron.- Ella lo detallaba, parecía estar esquivo.- Solo te preguntaba ya que hace rato cuando la viste herida parecías genuinamente preocupado.

-¿Celosa, Elle?.

Ella rió.

-No, solo me gusta ver qué has cambiado algo. Debes recordar que ella y la policía de Londres no son tus enemigos, el enemigo...

-Soy yo.- Terminó él por ella.

Dios, cómo deseo un maldito trago en estos momentos.

-¿Disculpa, dijiste algo?.

-No.- Bebió todo su estúpido jugo de naranja.- Solo que hoy luces hermosa.

-¿Solo hoy?.- Ella le dió un guiño coqueto y él no pudo evitar sonreírle mostrando sus hoyuelos.

- Tal vez no te lo diga muy seguido.- Él tomó su mano arriba de la mesa.- Pero me alegra haberla conocido doctora Elle Manning.

Ella no ocultó su sorpresa y se sonrojó, apretando su agarre como agradecimiento, sabía muy bien que él era un hombre de pocas palabras en cuanto a expresar sus sentimientos se refería.

CRIMINALES DE LONDRES JACK EL DESTRIPADOR (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora