CRIMINALES DE LONDRES JACK EL DESTRIPADOR (EN PAUSA)

Capítulo XXI

- ¿Que?, ¿Te comió la lengua el ratón?.- Campbell frunció el ceño, ella parpadeó varias veces mientras gotas de agua corría por su rostro.

Ojos color miel lo veían, Campbell trataba de no fijarse en lo hermosa que era, aún con el labio roto y algunos moretones en el pómulo desvaneciéndose . Secuelas de los golpes recibidos en el secuestro. En su cuerpo también había, lo notó antes, cuando la veía flotar en el agua, el color rojo de su traje de baño resaltando lo cálido de su piel.

-No.- Dijo ella alejándose, comenzó a nadar despacio, acostumbrando su cuerpo a los movimientos.

-¿No de que NO me vas a decir?.

-Exacto.- Respondió sin mirarlo, alejándose aún más.- ¡Vete a casa Aaron!.- Gritó sobre su hombro.- O te perderás una fabulosa consulta con tu doctorcita.

-Bien.- Murmuró, no sabía que lo llevó a tomar esa decisión pero estaba hecho, comenzó a desabotonar rápidamente su camisa, mientras ella nadaba alejándose más. Aunque ver ese perfecto trasero bajo el agua era un detonante.

Tabitha casi olvidaba su presencia allí hasta que escuchó como el se metió a la piscina, su cabeza giró rápido, deteniéndose.

-¿Que carajos?.- Su rostro mostró sorpresa absoluta e incredulidad al verlo nadar hacia ella. Su torso desnudo aunque con los pantalones puestos, el cabello pegado a la frente y su ligera barba lo hacían lucir un perfecto espécimen masculino...

Hasta que vio el enojo en sus verdes ojos y cayó en cuenta que iba por ella.

-Mierda, mierda .- Tabitha comenzó a nadar para huir de él, hacia el otro extremo de la piscina, pero él era rápido y a donde se moviera ella la alcanzaría.- Campbell detente.- Estaba tratando de no reírse, era imposible de creer que el estúpido con problemas existenciales de Campbell estuviera allí, persiguiendola, en una piscina.- ¿Que estás haciendo idiota?. Detente.- Está vez no pudo contener la risa. Se giró nadando hasta la orilla, cuando la alcanzó, impulsó su cuerpo adolorido, sacando solo la mitad de él, estuvo apunto de salirse hasta que sintió un par de manos fuertes tomándola por la cintura y llevándola de nuevo al agua.

Ella gritó, con una incontenible risa.

-¡No!.

-Te tengo.

-Aaron suéltame.- Ella reía mientras lo empujaba.

-Cállate tonta.- Él sonrió mientras la encerró en sus brazos, pegando su cuerpo a la pared de la piscina.- No te rías de mi.

- No lo hago.- Ella dejó de intentar soltarse.

-Entonces dime.

Maldición, Mierdacarajo.

Tabitha estaba atrapada, tal vez era el momento de decirle la verdad. Pero ¿a qué precio?, Campbell perdió ese derecho hace mucho tiempo.

Esos ojos verdes le trajo de nuevo aquellos recuerdos, en las jaulas de peleas, el arma apuntandola, miedo, terror...

Justo en ese instante, cuando el estuvo a punto de disparar, ella habló, siendo valiente.

-Soy policía.- Tabitha alzó las manos lentamente.

-Y yo soy el papa, ponte de pie.- El fue brusco al pegar el arma en su frente.

-Me llamo Tabitha Rodríguez, numero de placa...

-Suficiente.- El la hizo cayar mientras ella se ponía de pie.

-Por favor.- Rogó, lágrimas corrían por su rostro. Ella cerró los ojos. Sabía que iba a morir allí.