PRÓLOGO

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Presente.

Día uno.

Después del accidente

-Campbell.- El escuchó que lo llamaban.- Por favor despierta.- sintió un ligero roce en su frente.- Campbell, soy Izzi y me comeré tu cereal.- y ahora el trato de sonreír.- Ese es mi chico.1

Intentaba abrir sus ojos, pero la luz lo molestaba, trataba de recordar lo sucedido, todo su cuerpo estaba entumecido, quiso hablar aunque  solo un gemido de dolor salió de su boca, sintió el delgado tubo dentro de ella proporcionándole oxigeno.

-Shuu.- le susurró esa cálida voz.- Esta bien, se que te desperté, solo quería saber si algunas vez ibas a despertar, pero ahora quiero que duermas.- sintió una mano acariciándole el cabello.- Puedes estar tranquilo no me voy a comer tu cereal, vas a estar bien.- escuchó como su voz se quebraba en esa ultima frase.

¿Acaso no iba a estar bien? . Pensó.

Y luego vino lo peor.

El recordó.

Choque de auto, olor a sangre, calor, mucha calor y... Tibi.

¿Donde estaba su Tibi?

Su enojo, su rostro, ¿Donde estaba ella?.

Campbell sintió como su cuerpo se tensaba y su respiración se agitaba mientras recordaba, necesitaba encontrarla, tenía que sacarla del auto, todo estaba tan confuso...

Dolor, dolor, dolor.

-¡AYUDA, POR FAVOR!.- El pudo escuchar como Izzi gritaba.- ¡ENFERMERA!

Su pecho dolía, una oscuridad repentina empezaba a nublarle la mente.

¿Estaba muriendo?.

¿Tibi estará bien?.

Si no lo estaba Campbell nunca se lo perdonaría, cometió un error, de nuevo, tal vez la muerte le enseñaría a no cometer errores.

De repente, la idea de morir nunca le pareció tan buena.

Hasta ahora.

1 En español.

CRIMINALES DE LONDRES JACK EL DESTRIPADOR (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora