Capítulo IX

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Para Magui Ek.

Quien me envió un cartón de cuaderno para evitar delirar por el calor. Y se que es una chica especial, gracias. Espero que mi novela te esté gustando, si no, Jack irá por ti.

Luego de encontrar la escena del crimen en el departamento de los Smith Campbell fue directo al suyo, huyó, se sintió como un cobarde, lo fue. Estaba acostumbrado a ver todo tipos de crímenes pero nunca una masacre como la de ese departamento, los señores Smith muertos y el niño Tommy...

Oh dios.

Era imposible olvidar su pequeño cuerpecito desangrado en su camita.

El cuerpo de la señora Smith estaba golpeado como las otras víctimas, y el señor Smith fue apuñalado veintitrés veces.

La impotencia y el dolor que sintió no correspondía a este mundo, salió rápidamente de Chinatown, dejó a la detective encargarse, al parecer ella si tenía estómago para ello, también contaba con un semblante serio e inquebrantable para este tipo de escenas del crimen, algo que el pareció perder.

Aaron James fue por su Mustang a la estación y huyó.

Huyó como un cabrón cobarde.

Huyó de su trabajo. Aquel por el cual antes moría por volver.

Huyó incluso de la detective Rodríguez, comprendió que ella podría llegar a ser igual que el, o mejor de lo que el fue.

A plena luz del día ocurrió ello, y nadie intervino o escuchó algo.

No hay testigos, no hay cámaras o vídeo alguno como evidencia, solo la huella de sangre en la puerta.

Con un suspiro cansado Campbell abrió sus ojos, estaba sentado en la sala de su hogar, ambas manos sostenían su cabeza desareglando su cabello rubio, miró el lugar y vio el desastre que había hecho al llegar, en un acto de frustración volcó todas las cosas que encontraba en su camino.

Ahora tenía que comprar un nuevo televisor.

Eran las 9:10pm y le apetecía una copa.

Maldita sea, anhelaba el whisky barato del bar de la esquina, pero tenía que luchar con ello, pues no pensaba derrumbarse de nuevo como lo había hecho en el pasado.

Otra cosa que agradecerte Garreth.

Su teléfono no paraba de sonar, un número no registrado en su agenda llamaba desde que llegó hace horas y el sabía quién era.

Tabitha.

Y lo sabía no por qué tuviera un presentimiento, los mensajes de contesta el teléfono cobarde pendejo lo decían todo.

Había potencial allí damas y caballeros.

Nuevamente entró otra llamada esta vez era su capitán, no iba a contestar, no necesitaba sermón y regaños, necesitaba un trago de whisky o tal vez dos.

Aaron soltó otro suspiro cansado y se levantó decidido a tomar un baño, apagó el teléfono lanzándolo al sofá, debía acomodar el desastre pero no ahora, no está noche. Se metió en su ducha y dejó que el agua caliente quemara su cuerpo, había perdido el apetito, el solo quería sacar esa imagen del niño Tommy de su mente.

¿Por qué el niño?. Se preguntó

Si era un Jack el destripador, ¿Por qué asesinar a la familia Smith?.

Su mente estaba bloqueada, nunca antes le había pasado ello, su pecho se sentía pesado y un dolor profundo se empezaba a formar justo allí, donde su corazón latía, Aaron conocía ese sentimiento y sabía lo que vendría después, lágrimas, odiaba llorar pero no lo haría.

CRIMINALES DE LONDRES JACK EL DESTRIPADOR (EN PAUSA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora