Megalomanía

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   —Imposible —dice Yuri—. ¿Cómo lograste estar aquí? Aquí en el mundo real.

   —Entonces consideras que todo lo demás no es el mundo real —dice el demonio—. Ja, ja, humanos, son tan estupidos e ingenuos.

   —La cosa es —dice Arnold—, que hice un pacto con el rey de las tinieblas, ya sabes, Lucifer... Mi alma más la de mis hombres a cambio de este pequeño amigo.

   —Entonces —dice Yuri gravemente—. Me estás diciendo que a todos los que mate...

   —Los condenaste al infierno —dice el demonio—. Así es mi querido príncipe, a todos ellos, a cada uno de ellos, nosotros le dimos el pasaje y tú fuiste el transporte, te los llevaste a todos directo a...

   —¡Callate! —grita Yuri con mucha fuerza mientras que aprieta muy fuerte su espada—. No sé si todo esto es real, lo único que sé es que ya estoy cansado de esta mierda, terminemos ya con esto.

   El acero de la espada de Yuri comenzó a expaderse y a crear un gran espadón, lo coloca en su hombro derecho al tiempo que crea un gran escudo de acero en su brazo izquierdo.

   —¡Oh! —exclama el demonio sorprendido—. Si, si, eso es el poder de Yahveh, creación y manipulación de la materia, siempre oí de esto pero nunca lo llegué a ver en todos estos milenios, hasta ahora, esto es emocionante, muy emocionante ja, ja, ja, ah y no creas que tú pequeña inmortalidad te va a salvar, el trato fue llevarte hasta nuestro rey y tengo por seguro que si llegas a morir aquí, no podrás levantarte nunca más.

   —Dicen que los demonios son unos mentirosos —dice Yuri nervioso al escuchar aquellas palabras.

   —¿Y por qué yo debería mentirte con eso? Mi idea es que tengas miedo, ese miedo a la muerte que hará que luches por tu vida.

   Mientras qué pasa esto Arnold camina hacia una de las zonas donde no llega la luz, abre una gran maleta, saca de ella una escopeta de calibre 12 y una Magnum .44, armas que tienen la suficiente potencia para derribar a cualquier hombre de un disparo y se coloca al lado del demonio mientras tiene una gran sonrisa en su cara, Yuri al ver que la situación estaba muy complicada no pudo evitar sentir mucho más nervios y comenzar a sentir miedo, pues aquellas palabras le estaban dando vueltas en su cabeza y estaba imaginando resultados donde él acabaría muerto, sin ninguna oportunidad de volver a levantarse.

   Repentinamente un objeto atraviesa el techo causando un gran estruendo y desviando la atención de todos hacia los escombros y el polvo.

   —¡Miguel! —dice el demonio—. Valla sorpresa, nos encontramos de nuevo y junto a mi querido príncipe, de nuevo.

   —¿Qué? —dice Yuri sorprendido—. ¿Entonces tú eres el arcángel Miguel?

   —Si —afirma Miguel—.

   —¿Por qué no me lo dijiste antes?

   —Los angeles no tenemos la costumbre de revelar nuestros nombres, ahora deja de hacer preguntas, vine a ayudarte con esta situación.

   —Ja, Ja, Ja —se ríe a carcajadas el demonio—. Estoy eufórico ¡Ustedes me tienen eufórico! El príncipe de la luz y Miguel contra mi, esto es digno de gozo, y hablando de nombres; déjenme presentarme.

   Su cuerpo comienza a retorcerse haciendo emitir sonidos de huesos torciéndose, le comienza a salir pelaje de animal por todo su cuerpo, la piel de su rostro comenzó a corroerse y a caer pedazos de esta en el suelo al tiempo que le crecía el rostro calaverico de un animal reemplazando su cara por este, sus costillas rompieron su piel y quedaron expuestas, sus piernas comenzaron a deformarse y cambiar de forma a las de un ave de grandes proporciones y por último le crecieron cuernos y sus ojos brillaban rojo sangre.

Selección AntinaturalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora