Emociones eclipsadas

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   —¿Entonces viniste a llevarte a Miguel? —pregunta Yuri.

   —No —dice Azrael—, nuestras vidas no tiene segundas oportunidades, vine a hacer que desaparezca.

   —Pero si ustedes son inmortales.

   —Si lo somos, pero nuestra inmortalidad se valora sobre el tiempo; nuestra vida es infinita pero tiene un punto y final, no como la tuya, tu alma es eterna, no puede morir pero tú cuerpo físico si porque es como de cualquier mortal, lo que crea un problema de compatibilidad.

   —¿De que me estás hablando? No te estoy entendiendo nada ¿que clase de problema de compatibilidad?

   —Un cuerpo mortal no puede tener un alma inmortal, eso es un problema para nosotros los seres divinos y Dios no lo permite, pues no sabemos hasta donde puede llegar un mortal con un tiempo de vida indefinido o qué problema pueda causar, pero tú tienes algo diferente, tú no solo tienes un tiempo de vida indefinido, sino que no puedes morir y ese poder el único que lo tuvo fue Dios... A menos que él te lo haya entregado a ti... Si, es la única forma ¿Pero como pudo cometer semejante barbaridad? No, simplemente no lo creo.

   —Oye ve si tú estás confundido yo lo estoy mucho más, solo quiero salvar a Miguel, eso es todo.

   —Imposible, ya su corte final terminó ahora está en estado de espera, él ya está muerto yo solo vine a terminar de hacer el trabajo, para esto existo, para cosechar las almas.

   —Azrael, él es tu hermano...

   —Lo se, pero no tengo opción, este es mi trabajo, para esto existo.

   —Si es así ¿Por qué no te vi antes?

   —¿Acaso no entendiste la parte donde dije que vine por respeto? El hecho de que yo esté vivo es suficiente para que los seres vivos puedan morir.

   —Eso es muy interesante pero no dejaré que mates a Miguel.

   —Miguel ya está muerto, no lo repetiré mas.

   —No me importa —dice Yuri mientras levanta su espada—, yo lo protegeré con mi vida si es necesario.

   —Muy bien —dice Azrael mientras yace al lado de Yuri y le da un golpe seco con el mago de la guadaña en las costillas rompiendo dos de estas y haciéndole un gran daño a la armadura.

   —¡Ah! —grita fuertemente Yuri al tiempo de que coloca su mano sobre la zona golpeada y cae de rodillas entre quejidos.

   —Eres débil —dice Azrael mientras vuelve a su posición inicial a la velocidad de un parpadeo—. Mejor quédate donde estás, no me obligues a romperte todos los huesos.

   —¿Cómo puedes ser tan rápido?

   —Soy la muerte, estoy en todos lados.

   —¿Entonces por qué no estuviste aquí para ayudar a Miguel?

   —Ese no es mi trabajo.

   —Es como si... No tuvieras emociones.

   —Hasta la muerte siente Yuri.

   —Entonces déjalo vivir, yo busco la manera de arreglar esto.

   —El único que podía era Dios y tú no eres ni la mitad de un pelo de él.

   —Yo se que si puedo...

   Yuri se levanta y corre en dirección hacia Azrael solo para recibir otro golpe y quedar en el mismo sitio para luego repetir lo mismo una y otra vez. Azrael empezó a teletransportarse golpeándolo por todo su cuerpo y una vez terminado volvió a su posición inicial mirando a Miguel para luego voltear y sorprenderse de lo que ve; el cuerpo de Yuri de pie e inmóvil, en una posición encorvada, sosteniendo la espada con una sola mano dejandola tocar el suelo, con sus ojos apagados viendo directamente a Miguel, sin decir nada, sin mover un músculo, con varios huesos rotos, con su armadura seriamente dañada, con una paliza que ni siquiera Adramelech le pudo causar, vencido pero aquella determinación era lo que no lo dejaba darse por vencido, que hacía que sacara fuerzas donde no las hay y lo mantenía de pie estando prácticamente muerto.

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