Capitulo 4

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Cheryl:

Como todas las mañanas, desperté por la luz que entraba a la choza. Al recuperar mis sentidos me di cuenta de que un brazo estaba rodeando mi abdomen, por un momento me asusté pero al recordar de quién se trataba solté una pequeña sonrisa.

— Ujumm...— Me aclaré la garganta para ver si despertaba, solo se movió y me pegó más a su cuerpo— UJUMMM.

— Mmm ¿qué pasa? Aún es temprano.

— Lo sé, cariño— Reí— Pero nuestros hijos necesitan que alguien les haga el desayuno, y yo no puedo por el embarazo.

— ¿QUÉ?— Abrió los ojos de una manera impresionante— Dios mío... no me asustes de esa manera, Cheryl.

— Al fin dices mi nombre.

— Ya aclaró, tengo que irme— Dio un salto para ponerse las botas.

— Que te vaya bonito— Le sonreí.

— Gracias, igualmen... espera, no me movere de aquí.

— ¿Qué?— Esta vez fui yo quién se puso de pie.

— Así es, ni pienses que te dejaré para que vayas a besarte con esas chicas.

— Bien...— Me puse mis zapatos— Entonces me beso contigo.

— ¡No! Ya te dije que eso es algo asqueroso— Comenzó a retroceder lentamente.

— Pues sinceramente creo que se te antoja— La seguí con la misma lentitud— Mira mi rostro, mis ojos... mis labios— Pasé mi lengua por ellos, luego intenté tomarla del brazo.

— Aléjate, no me toques con tus sucias manos.

— Créeme que estas "sucias manos", como tu les dices, hacen maravillas— Me burle.

— Ya déjame, Cheryl.

— Está bien— Me puse seria, luego caminé hasta un balde y me lavé la cara— Iré a buscar leña para encender un buen fuego, ¿también me vas a acompañar o puedo ir sola?.

— Por supuesto que no te dejaré ir sola, puedes escapar.

— Bien, entonces apresurate— No dije nada más y salí de la choza a toda velocidad.

Recorrimos varios lados buscando leña que estuviera seca, y gracias a mi nuevo burro de carga pudimos llevar todo lo que encontramos.

— Como que... deberías comprarte un burrito... ¿no crees?— Toni estaba al borde del desmayo— Esta carreta pesa un montón.

— ¿Para qué quiero uno? Desde pequeña estoy acostumbrada a hacer todo sin ayuda, y además no puedo alimentar a otro ser.

— Descanso, por favor— Dejó la carreta en el suelo y secó un poco el sudor que caía por su rostro.

— Está bien— Me senté en una raíz que sobresalía de la tierra.

— ¿No tienes dinero?— Preguntó cuándo ya recuperó un poco de fuerzas.

— No, o sea si, pero solo tengo lo necesario para comprar un poco de trigo y eso.

— Oh, entiendo— Quedó en silencio— Ya me siento bien, ¿vamos?.

— Claro— Me puse de pie.

— ¡Cheryl querida!— Escuché que llamaron. Mi gran amiga Verónica llegó hasta donde estábamos.

— ¡Veronica!— Esperé a que llegara junto a mi y le di un gran abrazo.

— Hola— Saludó amablemente a Toni, esta se giró para asegurarse de que le hablara a ella.

Temptation || ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora