Capitulo 5

2.2K 182 68
                                    

Al llegar al aquelarre me encargué de buscarla, todas las hermanas se veían divertidas y felices.

— ¡VERO, VEN!— Grité cuando la vi.

— ¿Que pasa?— Llegó hasta mi con una sonrisa.

— Vienen por ustedes.

— ¿Qué?

— CHICAS...— Alcé la voz para que me escucharan.

— ¡Cheryl! Hasta que llegas— Celebraron.

— Es hora de irse, rápido.

Me miraron como si estuviera loca, luego continuaron con el baile.

— ¡Vienen los cazadores!— Advertí.

— ¡OH!— Dijeron todas.

Se detuvieron de inmediato y tomaron sus cosas, no se les vio ni el polvo de tan rápido que corrieron.

—Demonios, estos hijos de perra no nos dejan tranquilas ni un momento— Regañó Ethel— De milagro no me han pillado cagando— Dijo esto y salió corriendo con su flauta, la vimos caer pero se levantó rápidamente.

— Vámonos Veronica— La tomé de la mano para llevarla a mi choza.

Corrimos a toda velocidad para que no lograran vernos, sin embargo nos tuvimos que detener porque me golpeé duro contra un árbol.

— ¡Mierda!— Me abracé a mi misma.

— Eso debió doler— Veronica se veía sorprendida.

— Claro que dolió, me pegué en una de mis niñas— Regañé— Sigamos.

Cuando estábamos por llegar escuchamos un caballo, de seguro era Toni que venía de regreso.

— Toma un poco de salvia, por si no alcanzamos a llegar necesitamos una excusa— Hablé bajo.

Me hizo caso y me pasó un poco a mi, cuando se agachó para recoger más escuché un pedo.

— Yo no fui— Se defendió de inmediato.

— OH... POR DIOS, ¿NO PUEDES AGUANTAR HASTA QUE ME BAJE?— Toni iba a unos metros de nosotras regañando al caballo— NI SIQUIERA ALBERTO HACIA ESO.

Agradecí de que ella fuera por el camino y nosotras por el bosque, así no podía vernos.

— Corre— Susurré.

Entramos a la choza lo más rápido que pudimos y dejamos la salvia sobre la mesa, escuchamos cuando Toni dio un salto para bajarse del caballo justo después de eso. Agradecimos haber llegado justo a tiempo.

— Necesito sentarme— Habló Vero casi sin aliento.

Puso su trasero en la cama mientras yo me sentaba en una silla para sobar mi pecho y poder relajarme un poco.

— No me vas a creer, Cheryl. Cuando llegamos ya no había nadie allí— Entró sin mirar y dejó su abrigo colgado en la entrada, luego se giró para verme con sorpresa— ¿Que hace ella aquí? ¿Por qué están tan agitadas?.

— Estuvimos disfrutando el tiempo a solas— Respondí.

— Eso es asqueroso, Esperen... ¡se atrevieron a hacer semejante barbaridad en esa cama!— Señaló— ¡Donde ahora dormimos juntas!.

— Amm... no es por nada, pero estás actuando como si Cheryl te fuera infiel, además de que este lugar es de ella.

— ¡No es cierto, no me importa si ella se acuesta contigo! Solo me da...

Temptation || ChoniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora