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Amar cuando lo único de amor que conoces se quebró hace mucho tiempo.

Mingyu conoció a Minghao justo antes de entrar a la universidad. Compartieron su último año de escuela, porque Xú era recién llegado, y hacer amigos en una nueva escuela, durante el último año, fue un reto para él.
Bueno, eso pensó antes de conocer a Mingyu. Donde se hicieron grandes amigos y lograron grandes cosas juntos.

Cuando la edad adulta les llegó, donde el mundo ya no era una distopia tan alejada sino que su realidad hecha y derecha, fue Kim quien se dio cuenta de que sentía más allá de una amistad con Minghao. Desaprovechó mucho tiempo, jurando que sólo era platónico, que sentir amor era igual de tonto o efímero como lo sería el brillo de una luciérnaga.
Se convenció a sí mismo de que Minghao era solo un amigo más con el cual hacía cosas mucho más allá de lo convencional entre amistades.

Hasta que Minghao lo besó, más bien por accidente que por gusto. Y las cosas se voltearon.
Se convirtieron en novios en un momento donde las cosas no parecían ir muy bien para ninguno de los dos.
Donde Minghao tenía problemas de vocación y Mingyu con sus padres que se rehusaban a pensar que su niño pequeño al fin tenía independencia, logrando peleas grandes y súbitas dentro de su familia hecha un rompecabezas partido.

Ahora se arrepentía de no haberse dado cuenta antes de muchas cosas.

Pero algo que no podía soltar, era el hecho de que el amor dolía mucho más de lo que alguna vez pudo haber imaginado.

Dolía haber sido traicionado por una persona que juró haber sido su hogar, la persona la cual le abría los brazos y le rezaba para que se quedara junto a él, el tiempo necesario hasta que las tormentas pasaran.

Pero se equivocó. Él y Minghao sólo eran jóvenes que no tenían mucho más allá que ellos mismos. Se amaron, claramente, pero era un amor tan oportunista que apenas tuvieron más mundo que poder pisar, sus caminos dejaron de cruzarse.
No eran un amor verdadero, o al menos, el amor que Mingyu esperaba en su vida.

Aún perdido, se encontraba cuidando de su compañero de piso que seguía con náuseas y sin duda sin sentirse demasiado bien.
Le recordaba las alergias que tenía Minghao y como lo cuidaba o hablaba con su padre para pedir ayuda con medicamentos antialergicos.

Wonwoo en cambio, no se quejaba en absoluto de sus dolores o complejos. Parecía acostumbrado a ocultar sus molestias, a vivir bajo una manta de completa ignorancia sobre sus propias aflicciones.
No le gustaba verlo martirizado, pero tampoco era que quería parecer estarlo.

Mingyu seguía sin poder entenderlo. Para él, Wonwoo era un muchacho lleno de incógnitas que ya luego de un tiempo de vivir con él, se volvía incluso más complicado. Así como lo haría un puzzle.
Mientras más a fondo, más difícil era.

No lograba cuajar todas las piezas que sin orden Wonwoo le había lanzado.

—Al fin te bajó la fiebre.—Anuncia Mingyu luego de sacar el termómetro y ver como el muchacho estaba un poco más repuesto pero igual de pálido y lánguido.

—Pura mierda, me siento igual de estúpido que antes. Estoy muy cansado y no he movido un jodido músculo.—Cerró sus ojos y mantuvo sus mantas bien puestas.

—Normal, tu sistema inmune esta batallando con el virus... Obviamente te vas a...

Kim se calló en cuanto podía escuchar la silenciosa y pausada respiración de su compañero. Estaba cansado, y podía ver notoriamente que intentó mantenerse despierto toda la mañana para probar que no estaba enfermo.
Ahora que su fiebre había bajado y las náuseas pasaron, Jeon se pudo relajar muchísimo más de lo que tenia estimado.
Bajó su guardia y finalmente se durmió como lo haría un príncipe en un cuento de hadas.

I'm still standing. [ Meanie / Minwon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora