19

632 102 30
                                    

Los siguientes días no pasaron demasiado tiempo juntos. Wonwoo reanudó sus actividades con sus directos y Mingyu debía cubrir con doble turno en el hospital, por lo que pasaban más tiempo del habitual separados uno del otro. 

Incluso con esos problemas comunes de sus vidas, intentaban dormir juntos, o comer la cena luego del trabajo en la misma mesa de siempre, o en la sala. Esas costumbres eran lo que ellos podían seguir teniendo pese a todo. 

—Vamos a una cita —dijo al aire el azabache, mirando al moreno con una sonrisa amplia y entusiasmada. 

—¿Una cita? hace siglos no tengo una cita —bufa incrédulo el moreno mientras saca palomitas del cuenco del mayor. 

Había terminado un streaming y sólo tenían apetito para unos snacks y pronto irse a dormir o descansar un rato. Ninguno refutó esa idea así que estaban en la sala viendo series y comiendo comida chatarra. 

—¿En serio? ¿Minghao no te llevaba a citas? 

—Era yo quien lo llevaba —asiente el moreno con cierta indiferencia. Hablar de Minghao era normal, sin resentimientos, sin dolor, ni tampoco felicidad. 

Sentían que había pasado a la historia. 

—Oh... que asco. 

—¿Tú quieres llevarme a una cita? —ríe el moreno. 

—Obvio, vamos, así te seduzco un poco más —exclama con cierta risa entre medio. Mingyu lo mira y se enternece por el gesto. 

No sabía como ni cuando pero cada día le gustaba más la presencia de Wonwoo. Quizá más de lo que podía decirle en palabras. 

—Me parece bien. 

Se levantan, y Wonwoo hace un streaming de la noche junto a Mingyu quien accede de todas maneras. 

Frente a la cámara ninguno mostraba acciones demasiado cariñosas. Mantenían sus pasos con más cuidado que detrás de cámaras porque aún no estaban seguros de hacia dónde se dirigían. Aún así, ellos estaban bien así.

Ese día las cosas terminaron bien. 


...


Una de esas tardes de tantas que tenían, Wonwoo arrastró a Mingyu fuera del departamento y fueron a la tan aclamada cita. No vestían ropas formales, y tampoco tenían intenciones de hacerlo ni de gastar excesivo dinero. 

Se metieron a una cafetería, pidieron café para llevar que pagó el azabache incluso por los reproches de su contrario, y caminaron hasta encontrarse con una tienda de ropa. Mingyu se quedó viendo una camisa blanca que le llamó la atención. Wonwoo se detuvo a su lado y lo miró. 

—¿La quieres? —pregunta el mayor, bebiendo de su café. 

—No, no, no es necesario. 

—Vamos, yo pago. Yo te invité a la cita. 

—Pero...

No hubo tiempo para reproches. Mingyu fue arrastrado hasta dentro de la tienda, y ambos reían al quejarse por el agarre y porque el guardia los vio raro. A ninguno le importó. 

Se pasearon por los distintos pasillos, y así Wonwoo buscó la camisa que estaba en la vitrina. Buscó una talla lo más adecuada para el alto y la puso sobre sus ropas para ver si le quedaba bien. Jeon se mordió el labio inferior por lo mismo y buscó otro talla un poco más grande. 

—¡Esta! te ves genial —asiente el azabache sacando la percha y tomándola con seguridad.

—No la necesito. 

I'm still standing. [ Meanie / Minwon ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora