Capítulo 16

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Evette estaba desayunando en la mesa grande del comedor, el periódico de El Profeta se encontraba en la mesa pues ya lo había leído varias veces: Sirius Black había escapado de Azkaban.

Cuando un elfo apareció para llevarse los platos, llamaron a la puerta y la bruja salió corriendo hacia ella para abrirla.

—Buenos días, Eve —saludó Sophia con una sonrisa—. Espero que estés preparada porque hay que irse.

Evette asintió, agarró sus cosas y se despidió de los elfos para irse con su mejor amiga.

Buscaron un compartimento vacío y se sentaron allí.

—¿Quién será el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras? —preguntó Evette.

—No tengo ni idea —se encogió de hombros Sophia mirando por la ventana—. Solo espero que no sea como Lockhart.

—¿Has leído lo que ha pasado? —Evette habló un poco más bajo.

—No pero Azriel me lo contó —hizo una pausa—. Encerraron a Sirius Black en Azkaban por hacer que mataran a los Potter.

—Debe de ser una horrible noticia para Harry —suspiró Evette.

—Seguro que sí, pero la pregunta es cómo escapó de allí.

—Me gustaría saberlo.

En ese momento el tren se paró y Sophia salió a ver pero dio una sacudida y cayó hacia el asiento.

—¿Qué pasa? —preguntó Evette.

—No vi nada pero está haciendo mucho frío —dijo Sophia—. Me recuerda a los dementores.

—Es que lo son —Evette señaló a la puerta donde una figura negra apareció.

El dementor empezó a abrir la puerta a lo que las chicas se asustaron.

—Estará en busca de Black —dijo Sophia—. Verá que no está y se irá.

Pero no fue así, se giró hacia Evette dispuesto a atacarla, pudo hacerlo, al menos unos segundos antes de que Sophia lo ahuyentara con su patronus. La morena cerró la puerta al tiempo que la rubia caía en los asientos, inconsciente.

Un hombre pasó mirando los compartimentos y al ver a Sophia al lado de Evette, abrió la puerta.

—¿Están bien? —preguntó.

—Un dementor entró y bueno estoy esperando a que Evette despierte —respondió Sophia.

Evette abrió los ojos lentamente y se incorporó despacio.

—Qué horror, los odio —se quejó la rubia—. ¿Quién es usted?

—Oh, sí, perdón —sonrió amablemente—. Me llamo Remus Lupin, entré para asegurarme de que estuvieran bien, toma, come esto, te sentirás mejor.

Lupin le dio chocolate a la rubia y ella lo aceptó con gusto, no parecía ser mala persona.

—¿Es el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras? —preguntó Sophia sentándose al lado de su amiga.

—Sí, espero ser capaz.

—Seguro que sí —rio Sophia recordando al anterior—. Soy Sophia Williams, ayudante de la asignatura que impartirá este año.

—¿Una ayudante? No sabía que tendría una —dijo sorprendido Remus—. Un placer.

—Yo soy Evette Marshall, ayudante de Pociones —se presentó con una sonrisa amable.

—Me suena ese nombre —comentó el mago.

—Aparecí en el periódico cuando estaba en mi último año —explicó Evette—. Unos mortífagos entraron, quisieron entrevistarme pero les mandé lejos, no estaba de humor.

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