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Capítulo 15

Casi llegando la Navidad Dora, Makaria y Azriel les enviaron una carta a Sophia y Evette diciendo que sí podían ir el día 23 así que las amigas se lo comentaron a los gemelos y a Lee. Mandaron una carta a sus familias para pedir permiso y un día antes recibieron la respuesta.

—La chimenea está lista, voy a avisar a los chicos, espera aquí —dijo Evette a Sophia mirando la chimenea de su habitación.

Sophia asintió y la rubia salió corriendo con tan mala suerte de chocar con el profesor malhumorado haciendo que este chocara con la pared de al lado dándose en el hombro.

—¡Ay no! —Evette puso las manos en su boca— ¡Lo siento!

—Y por eso no hay que correr, niña estúpida —escupió Snape mirándola con rabia—. De verdad no sé por qué Dumbledore dejó que vinieras.

—Debería ser más amable con las personas —bufó la bruja y se marchó sin dejar que respondiera.

Fred, George, Lee, Sophia y Evette se encontraban en la casa de esta última, delante de ellos estaban Makaria, Dora y Azriel.

—Genial, la dueña de la casa es la última en llegar —rio Evette abrazando a sus amigas y a su hermano.

Sophia por otra parte le dio la mano a Makaria, abrazó a Dora y besó a su novio.

—Chicos, Fred, George y Lee van a jugar con nosotros —avisó Sophia—. Chicos contra chicas.

El partido comenzó, no hicieron falta las escobas propias pues Evette tenía muchas y tenía pelotas encantandas.

Azriel era el buscador, Lee el cazador, George el guardián y Fred el golpeador en el equipo de los chicos, en el de las chicas eran Sophia buscadora, Makaria golpeadora, Dora guardiana y Evette cazadora.

La mayoría de veces Evette tenía la quaffle aunque le daba algo de ventaja a Lee no podía evitar ser competitiva. Dora no paraba mucho a comparación de Fred y Sophia sufría por encontrar la snitch antes que Azriel. Al fin Sophia la encontró pero Azriel también y la pareja se enfrentó.

—Las chicas vamos a ganar —le dijo Sophia.

—Más quisieras —Azriel sonrió pero una bludger le dio en en estómago.

La bludger fue lanzada por Makaria para detenerle, eran pelotas blandas que por norma de ellos si te daban tenías que mantenerte quiero durante 30 segundos. Sophia agarró la snitch y las chicas ganaron.

—Muchas gracias por hoy —sonrió Lee—. Ha sido muy divertido.

—Por nada, ha sido un placer —dijo Sophia—. Bien jugado pero somos mejores.

—Sí, lo que digas —Azriel empujó a Sophia que cayó encima suya y rieron.

—Nuestra madre dijo que pueden venir a cenar por Navidad —comentó George a Sophia y Evette.

—Y antes de que lo digáis —intervino Fred—. No es una molestia en absoluto, ya habéis venido antes, no ha cambiado nada.

—Nos vendrá bien pasar un tiempo allí —dijo Sophia mirando a Evette—. Además tenemos que visitarles.

Azriel se llevó a un lado a Sophia después de llevar a Lee a su casa.

—Iré a visitarte dentro de poco a Hogwarts, espero que me recibas bien —sonrió Azriel.

—Siempre te recibiré bien, león —le besó Sophia.

Fred, George, Sophia y Evette llegaron a La Madriguera y Molly les recibió con un gran abrazo.

—Estáis preciosas, queridas —sonrió viéndolas—. Pasad, tenemos un regalo para vosotras.

Molly les regaló a ambas chicas un suéter con la inicial de su nombre, el de Evette era azul marino y el de Sophia verde esmeralda.