Capítulo 13

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Las clases comenzaron y como tal ambas chicas tuvieron que ir con su respectivo profesor.

-Buena suerte -rio Evette al ver la cara de desagrado de Sophia al ver a Lockhart esperando con una sonrisa.

Sophia levantó una ceja en respuesta y poniendo los ojos en blanco, fue con el rubio.

Evette siguió a Snape en silencio, el aula de pociones estaba como la recordaba, vio el lugar donde se sentaba con Rowan y giró la cabeza con rapidez. Snape la observaba esperando que le prestara atención.

-Prepara las mesas de los alumnos -ordenó Snape-. Dentro de poco vendrán los de primer año.

Evette fue hacia las mesas a colocarlas mientras Snape miraba la poción que trataría hoy. Un momento después llegaron poco a poco los alumnos que al ver al profesor Snape se callaron enseguida con su expresión seria.

La rubia se fijó en una pequeña pelirroja que se parecía a Bill Weasley, aprovechó que todos estaban hablando en voz baja, mientras hacían la poción, para acercarse a ella.

-¿Cómo te llamas? -preguntó a la niña.

-Ginny Weasley, señorita -respondió mirándola-. Usted es Evette Marshall, ¿no? Mi hermano habló mucho de usted, incluso dijeron que fue a nuestra casa con sus amigos.

-Así es, Bill, Charlie y yo fuimos buenos amigos cuando estábamos aquí -sonrió al conocer a la niña que antes era apenas un bebé.

Escuchó que muchos hablaban de la llegada de Harry Potter y Ron Weasley, decían que habían llegado en un coche volador. Evette se acercó a Snape que estaba de pie al lado de su escritorio.

-¿Potter llegó en un coche volador? -le preguntó en voz baja.

-Sí -gruñó Snape sin mirarla-. Potter y Weasley fueron vistos por muggles en un coche volador y luego se estrellaron contra el sauce boxeador. Si por mi fuera, los habría expulsado pero no quisieron.

Lo decía más para sí mismo que para ella por lo que dejó el tema y siguió observando a los alumnos y ayudándoles.

Salió del aula una vez terminada la clase y se encontró con Sophia que estaba muy enfadada.

-¿Qué pasa? -preguntó Evette acercándose a ella.

-Ese hombre es un inútil -contestó Sophia apoyándose en la pared-. Se presenta como si fuera el hombre más guapo del mundo, coquetea conmigo delante de toda la clase, saca duendecillos de Cornualles que destrozan toda la clase y se va corriendo dejando a carga a tres niños y a mí.

-No sé cómo puede ser profesor -rio la rubia.

-Yo tampoco, dudo mucho que lo que dice en sus libros sea real -suspiró-. Harry era uno de los niños, me dijo que mañana tendrían él y Ron el castigo, el del pelirrojo es limpiar los trofeos con Filch y el de Harry es ir con Lockhart.

-Podemos ayudarles, así no irán tan tarde a dormir -comentó Evette.

-Vale pero tú te vas con Lockhart, suficiente con él por hoy. Nos vemos en la cena.

Dicho eso, Sophia se metió en su cuarto y Evette fue al suyo. Dentro agarró el colgante y susurró el nombre de Rowan. Rowan apareció ante ella, tan alta como era ella, con una sonrisa en el rostro dedicada a su novia.

-Hola, chica despistada -habló con su misma voz.

-Hola, sabelotodo -sonrió Evette intentando tocar la mano de la chica.

-Sabes que no puedes, no soy real -le sonrió con cariño-. ¿Qué tal hoy?

-Ha sido un poco duro, en pociones recordé dónde nos sentábamos, pero conocí a Ginny Weasley.

Mᥲᥣdιtᥲ  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora