Capítulo 8.-Tiempo.

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Era otra de esas noches en donde Ganyu y Keqing podían desvelarse mientras se daba una de besos, con la cobija sobre ellas, cubriéndole sus cuerpos mientras, debajo de las mismas, sus manos se paseaban con total libertad sobre sus cuerpos.

Ya no eran solo en los labios, los mismos bajaban, podían ser ya fuera bien en el cuello, en los hombros, y rara vez, y solo cuando ambas se sentían más juguetonas, en sus senos, pero solo en la comisura de los mismos.

Eran unas pervertidas en todo el sentido de la palabra, pero no les importaba, pues aquello les hacía sentir de modos que nunca antes en su vida sí, y aunque Ganyu intentaba reprimir sus sentimientos, no podía, entregaba su corazón en cada beso, en cada caricia, y Keqing, ella los recibía con cariño sin en realidad estar consciente de lo mismo.

Su mundo era ella, sus noches, sus días, sus atardeceres, en todos se encontraba ella, e incluso los besos no solo eran en la cama, también en la bañera, donde admiraba el bello cuerpo desnudo de su contraria, pero no con intenciones de morbo, sería lo equivalente a admirar una escultura, era bella, pero a la chica de cabello azul le avergonzaban las estrías que tenía, a causa de su adelgazamiento, solo para Keqing, eran parte del encanto, las acariciaba, besándole la mejilla para decirle con sinceridad:

-No dejas de ser hermosa por tenerlas.

Aquello parecía una relación amorosa, y es que sí, de ahí brotó el amor en ambas, pues Keqing, a pesar de ser la que había sido la de la idea de no traer sentimientos, prontamente se dio cuenta que en sus pensamientos solo estaba Ganyu y nadie más, pues siempre la veía, y cuando se separaba de su lado, ahora se sentía incompleta.

Es totalmente innecesario decir que las peleas y discusiones, una vez fue parido su amor, cesaron, cosa que toda la Cámara notó, especialmente Ninguang, que se sentía satisfecha de su método. Claro, lo que se encontraba tras bambalinas no solo no era esperado por ella, sino que no lo sabía.

¿Qué impedía que alguna de las dos se declarara sus sentimientos? Cosas similares, pero no iguales; Ganyu seguía pensando que, por poner esa condición, su contraria jamás se enamoraría de ella a pesar de lo que hiciera. Keqing, por su parte, sabiendo que su compañera de aventura era fiel a los contratos, queriéndolos cumplir a carta cabal, jamás rompería ese contrato que ella había hecho y que ahora se arrepentía profundamente del mismo.

Ambas fueron citadas a la oficina de su superiora, quien simplemente sonreía de forma amigable, no era necesario que se sentaran, de hecho.

-Excelente, me alegra que ustedes dos se lleven finalmente bien. Sé que el castigo que les impuse fue muy radical y autoritario...pero funcionó, y eso me importa más. Keqing, te reubicaré en un nuevo condominio, acaba de ser inaugurado hace poco, así que yo digo que...¿una semana bastará para que te mudes? Su castigo queda levantado, también volverás a tu oficina, Ganyu.

Ambas se quedaron mudas, pues no cabía en sus mentes la posibilidad de separarse, se miraron, sin saber en realidad qué decir. Cualquiera pensaría que eso las tendría muy felices, pero no, en realidad era algo que les dolía y que no querían que pasara.

-E-está bien, señorita Ninguang. -Dijo Ganyu, evitando sonar triste en lo más posible.

-Me alegra que sean comprensivas. -Sonrió. -Vuelvan al trabajo, si quieres puedes empezar a acomodar tus cosas de nuevo en tu oficina.

-T-tengo mucho trabajo por hacer...dudo que pueda hacerlo hoy.

-Cuando puedas, pero me alegra que esta tortura para ustedes se haya acabado. Solo no se porten mal otra vez.

Llegando a casa, las dos tenían los ánimos hasta el suelo, cosa que Baiwen notaba, no podían contradecir la voluntad de su jefa...¿todo acababa? ¿Ya no habría más noches de besarse hasta quedarse dormidas? Keqing era, sorpresivamente, la más afectada, pues su vida ahora era Ganyu, y que se la quitaran así como así, claramente no era su agrado.

Take My Breathe Away (AetherxShenhe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora