Capítulo 10.-Festival de las linternas.

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Ya se acercaban el día, los adornos ya se habían colocado y todas las preparaciones se hacían, por lo mismo es que la ahora nueva Shenhe se sentía especialmente emocionada, ver las luces de tantos colores, las decoraciones tan bellas, realmente el ambiente era muy festivo.

De por sí Xiao quedó impresionado de ver el festival en las cercanías de la ciudad, la sensación que experimentaría la muchacha de cryo era de lo más esperada por Aether, ya que no dudaba que le gustaría, y trataría de que la pasara lo mejor posible al ser su primer festival, literalmente.

La convivencia con ella cambió de forma radical, los gestos que ella tenía eran lo más hermosos, son sonrisas a boca abierta, las risas que daba, incluso los pucheros que formaba cada que algo no le parecía, era literalmente otra persona.

Claro que ahora el detalle era aprender a lidiar con sus emociones...cosa que no sería sencilla, pues el enojo ahora lo sentía mucho más, y eso, sin duda alguna, vaya que era un problema, especialmente para el muchacho.

Lo que es verdad, es que no solía estar triste, cosa extraña, ya que era suponerse que sus tristezas ahora serían mucho más grandes, solo que daba la casualidad o la suerte de que no se podía saber todavía ya que ella no había demostrado todavía esa emoción.

De cualquier forma, no es que ni Aether o Paimon tuvieran ganas de verla sufriendo o llorando, por eso mismo es que preferían no conocer esa faceta de su contraria.

Y es que eso no era todo, o no lo más importante, su ahora nueva personalidad, la de una mujer amable, alegre y sonriente, enamoraba mucho más a Aether de lo que ya estaba de ella, y dormir abrazados era más complicado ahora.

Shenhe sentía pena de que el chico al que amaba la abrazara, tomándola de la cintura o de la cadera, pero sabía que cortar esa rutina que ya se sabían de memoria sería, de mínima, raro, así que se tragaba la vergüenza ya que no podía negar que, aunque fuera complicado, seguía siendo maravilloso.

Esa mañana Aether despertaba, como todos los días lo primero que se ponía a hacer era el desayuno, y apenas su compañera lo olió, se levantó con apetito, mirando por la puerta como si fuera una gatita, y prontamente se acercó hasta su contrario.

-Buenos días, Aether. -Fue lo primero que le dijo esa mañana, dándole un beso en la mejilla además de un abrazo por la espalda, cosa para la que había tenido que juntar un enorme valor.

El rostro del muchacho se puso tan caliente como el sartén con el que cocinaba, así dando unos pequeños tosidos, simplemente regresó las palabras, pero al revés.

-Días buenos, Shenhe. -Sonrió, su contraria solo hizo un gesto de extrañeza, pero dejó ese asunto al pensar que había escuchado mal. <<"Días buenos", ¿cómo pude decir una estupidez así?>> Pensó Aether, llevándose una mano a la frente.

Curiosamente, la dama de cryo fue directamente con él una vez más, tomando sus manos para que las quitara del sartén y de la espátula que usaba para cocinar, sorprendiéndolo. El tacto de sus manos, el que cualquiera pensaría que era suave y terso, correspondía a uno más bien áspero y bronco, pues años de entrenamiento le habían dejado así las manos y parte de los brazos.

-Yo quisiera hacer de desayunar esta vez. Desde que vivo contigo has sido tú, me gustaría prepararte algo, de las cosas que me enseñó mi maestra. -Sonrió.

-Sin problema. -Regresó la sonrisa.

Aether miraba a Shenhe cocinar, notándose calmada, sentía su mirada, por lo que de vez en cuando regresaba los ojos para verlo, dando una pequeña risa de boca cerrada para seguir con su trabajo. Ella, con su pijama y el mandil, se veía preciosa, con su coleta amarrada a cola de caballo, era un pequeño sueño hecho realidad.

Take My Breathe Away (AetherxShenhe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora