Prólogo

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Las paredes blancas ya lo aturdían, demasiado blanco por todos lados y el aparato que marcaba los latidos de su corazón a su lado era lo único que se escuchaba.

BaekHyun abrió la puerta con cuidado y le sonrió antes de entrar, se sentó en un sillón individual del lado derecho, por cierto, blanco.

—No te quites esto, Yeon —le dijo con suavidad acomodando el aparato que le brindaba oxígeno, YeonJun chasqueó la lengua acomodándolo en su orejas, los dos pequeños tubos entrando por sus fosas nasales— ¿Cómo te sientes?

—Adolorido, aburrido, triste, decepcionado y con ganas de irme ya de aquí —le contestó mirando a su amigo, BaekHyun solo estiró su mano peinando su cabello con cariño.

YeonJun suspiró, reposando su cabeza de la camilla.

—Alguien quiere verte —avisó BaekHyun haciéndolo ladear un poco su cabeza el gran y grueso parche en su cuello impidiéndole moverlo más de ahí.

—¿Mi hermano? Me dijo que vendría de nuevo hoy —dijo, su voz algo áspera y lastimada, tenía días así.

—SooBin —respondió BaekHyun haciéndolo enderezar su cabeza, frunció el ceño.

—¿Luego de casi una semana? ¿Enserio? —preguntó molesto, BaekHyun solamente alzó sus hombros.

YeonJun no había estado informado de lo que pasaba afuera, mucho menos de SooBin, había dejado de preguntar y había estado hablando consigo mismo, llegando a muchas conclusiones.

El abogado solamente le dió una última mirada a su amigo y salió de la habitación, dejando la puerta entre abierta.

YeonJun mordió su labio inferior, sus labios resecos y lastimados, miraba la puerta fijamente, alguien trajeado la abrió.

Miró a BeomGyu, el abogado le sonrió levemente quedándose en un esquina.

Y ahí, luego de casi una semana contando lo días que estuvo en inconsciencia, veía a SooBin de nuevo.

Su ojo derecho portando un parche, su cuello con parches, sus brazos con rasguños violentos y sus muñecas...

Con unas esposas.

Miró a la otra presencia, un oficial de policía deteniéndose en la puerta con seriedad, ignorando todo, solamente con sus movimientos atentos a SooBin que con pasos lentos, fué y tomó asiento en el sillón en dónde, hace minutos estuvo BaekHyun.

SooBin alzó sus manos esposadas y las dejó sobre su mano derecha, el toque helado chocando con su mano tibia, como siempre.

Como desde la primera vez y como todas las veces que tocaron sus manos.

—Lamento no poder haber venido antes —habló SooBin, su voz decaída y áspera causando miles de sentimientos en él, BeomGyu le sonrió al oficial y le pidió que esperaran afuera, le podían dar tiempo a la pareja para hablar, después de todo, SooBin no podía escapar ahí— Me alegra de que estés bien, cariño.

—No, SooBin, no estoy bien, para nada bien —habló al fin, su voz maltratada, miró a SooBin fijamente— Llevo una semana y unos cuantos días postrado en una cama, con el tobillo torcido, mi cuello con tres mordidas que aún no sanan y no sabes, no sabes cuánto duelen cada momento y tengo una herida de diez centímetros en el abdomen. No estoy bien, SooBin, que me veas aquí hablando no significa que estoy bien —le dijo al borde del llanto, demasiados sentimientos en él. Había pensando en ese momento, lo había soñado incluso, pero nada se comparaba a la realidad.

SooBin alzó sus manos, la cadena de las esposas sonando con el movimiento, sus manos acunaron las mejillas ajenas, YeonJun se hizo lo poco que podía hacia atrás.

—¡No me toques! N-no te quiero cerca de mi, no quiero verte y no quiero sa-saber nada que tenga que ver contigo, SooBin.

—Vas a tener, soy tu novio.

—No lo eres —negó mirándolo de nuevo a los ojos, una primera lágrima rodó por su mejilla, SooBin apretó el cobertor de la camilla con sus manos— M-me arrepien-...

—No, no lo haces, estás dolido y estás-...

—¡Déjame hablar, SooBin! —el grito se escuchó por fuera de la habitación, todos estaban afuera escuchando y ni la misma enfermera entró a interrumpir ni a pedir silencio, de todas maneras, no había más habitaciones ocupadas en esa área— ¡Me arrepiento de cada maldito segundo que estuve contigo y de aceptarte de nuevo luego de lo que pasó! ¡Me arrepiento de enamorarme de ti! ¡Mírame, SooBin! ¡Perdí mi título, y por tu culpa! ¡Estoy en un maldito hospital y por tu culpa! ¡Me hiciste pasar miedo, dolor y desesperación! ¡Casi pierdo la vida y por tu culpa! —sollozó, el aparato empezó a emitir pitidos más rápidos. SooBin lo miraba fijamente, apretando sus manos lo más fuerte que podía, sus nudillos tornándose blancos— L-le dijiste a Seong-Suk que podía hacer lo que quisiera conmigo, dijiste que podías encontrar otro... ¡Me heriste de mil maneras, Choi SooBin! ¿¡Y aún así piensas que te voy a perdonar!?










De eso, habían pasado cinco meses, ya las heridas habían pasado, algunos recuerdos enterrados, pero otros tan vivos en ellos como si no hubiese sido casi nada.

Cómo todo, podía superarse o aprender a llevarlo, YeonJun decidió buscar superarlo partiendo directo a Roma - Italia, la cual lo recibió de brazos abiertos para dar un nuevo inicio en su vida y con un hombre que, en definitiva, no era Choi SooBin.

¿Y ustedes? ¿Creen en las terceras oportunidades y en el perdón?

Pero lo más importante, ¿creen en la justicia?








† Vamp Laws †

† The Last Judgment †


































Puede que el prólogo esté muy corto y confuso, pero estén calmados, esto lo entenderán en unos cuántos capítulos, este libro será igual de largo que el anterior.

Por cierto, si vienen de leer el anterior agradezco que le den una oportunidad al segundo que espero y pueda cumplir con sus expectativas y gustos, me esforzaré para que puedan adentrarse más en el mundo vampiro, conecten y conozcan mucho más a los personajes.

Espero les guste, y sin más nada que decir...

Disfruten mucho <3

The_Dark_Diamond

Vamp Laws: The Last Judgment || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora