Vamp Laws: The Last Judgment || SooJun

Capitulo 31

Una botella de whisky para dos personas es más que suficiente, y aún más si una de ellas estaba tomando muy poco.

Ya era de noche, habían estado hablando de cosas al azar, temas que jamás habían hablado anteriormente, dieron sus opiniones de temas que estaban en la mirada de la sociedad, y justo ahora, ambos apoyados en el capó del auto, estaban hablando de la carrera de SooBin.

—Amo mi trabajo, y estoy orgulloso de todos los logros que he tenido a lo largo de mi carrera —dijo el vampiro sosteniendo la copa con los dedos, YeonJun lo observó mover solo un poco el líquido, era elegante y no estaba poniendo ningún tipo de esfuerzo— Por cierto, hace unos días me llamaron para participar en una sesión especial, sobre animales, es una campaña del maltrato animal y hay muchos modelos reconocidos en ella.

—¿Debes volver a Corea? —preguntó YeonJun sin poder evitar el tono y los gestos decaídos sacándole una carcajada a SooBin.

—No, no debo volver, todo el equipo se trasladará hasta acá —explicó bebiendo de la copa, el whisky quemaba su garganta, pero el sabor le gustaba.

—Me parece bien —contestó entregándole su copa vacía a SooBin, el vampiro la recibió para servir más de la bebida, YeonJun relamió sus labios, recibiendo la copa llena segundos después con un agradecimiento— Cuando hablas de todo el equipo, ¿Está incluído el estilista? —preguntó dándole un sorbo a la bebida. Seguía sobrio pero después de esa copa, no tomaría más.

SooBin ladeó la cabeza, mirando a YeonJun a su lado.

—Posiblemente —no pasó desapercibido como el abogado arqueó levemente una ceja, mirando su copa de whisky.

SooBin se acercó a él con una pequeña sonrisa, ésta vez quedando frente a YeonJun que alzó un poco la cabeza para verlo mejor.

—Te lo perdoné, pero es mejor que se mantenga alejado de ti —dijo refiriéndose a Kai, el modelo se inclinó hacia él, solo centímetros separando sus caras. YeonJun apoyó una mano en el auto tras él.

—Nunca habías dicho algo así —sonrió pegando sus cuerpos, sus narices se rozaron. YeonJun le devolvió la sonrisa.

—Lo aprendí de ti —contestó sonriendo igualmente. SooBin hizo ademán de besarlo pero YeonJun fue más rápido y bebió de su copa, un gran trago.

SooBin solo lo observó, deslizando su mano libre hacia la cintura del abogado.

—Estás muy diferente...  El SooBin que dejé en Corea es muy diferente al que tengo en frente —empezó a hablar YeonJun mirándolo a los ojos, bajando cada cierto tiempo la mirada a los suaves labios del modelo.

—El SooBin de Corea te lastimó mucho, ¿No crees? Y el SooBin que tienes al frente es ese mismo, pero con muchas lecciones encima y ciclos cerrados, también sabiendo lo que se siente perderte como para volver a meter la pata —dijo, con sinceridad, YeonJun dejó la copa sobre el auto, pasó sus manos por los brazos del vampiro, miró el recorrido de sus dedos hasta sus hombros y de sus hombros a su nuca.

SooBin lo observaba sin perder ni un segundo sus movimientos.

—Hay algo que extraño del SooBin de Corea —admitió YeonJun con una sonrisa coqueta.

—¿Ah sí? —preguntó SooBin apretando su cintura y apretándose más contra él.

Ahí estaba de nuevo, esa tensión, uno esperando el movimiento del otro.

Debían romperla.

Pero, ¿Quién cedería primero? ¿Quién daría el primer paso?

—Extraño... —YeonJun dejó la palabra en el aire, pasando sus manos hacia el pecho del vampiro, la respuesta era muy obvia, aún así, SooBin quería oírla.