Capítulo 4

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Todos los estudios estaban bien, todos los análisis, no había infección, no había una razón para que YeonJun siguiera inconsciente luego de tres días en la clínica.

La enfermera y el doctor a cargo solamente había indicado esperar ese día, si no despertaba ni ellos mismos sabían que hacer, aunque claro, no se lo expresaron a BaekHyun que estaba, como esos últimos días sentado en el sillón individual con las rodillas encojidas, abrazándose.

—Vamos, YeonJun, despierta...—murmuró. ChanYeol entró a la habitación con una bolsa de comida, preparada por él, había estado buscando comida y ropa esos días pues así como lo había prometido BaekHyun no había salido de esa habitación para nada.

—Ten, come algo —dijo con voz suave, inclinándose para besar castamente su mejilla. El abogado tomó la bolsa y observó el contenido.

—Deja de aprovecharte de mi, que esté en esta situación no quiere decir nada —murmuró empezando a comer con ánimo, tenía hambre, pero no iría a otro lado a comer, no se separaría de ahí.

—No me aprovecho de nadie —se defendió ChanYeol tomando asiento en el sillón que había sido su cama esos días.

BaekHyun solo le dió una mirada antes de seguir comiendo, su mente buscando razones para que YeonJun siguiera inconsciente.

Hace dos días habían hablado con BeomGyu, el abogado dándoles información puntal de la situación de SooBin, el único que había ido a verlo de ellos fue ChanYeol, más no había comentado nada aún de su visita.

Y en definitiva cuando se estaba en un hospital, las horas pasaban lento ya había pasado siete horas. Eran las cuatro de la tarde ya, habían almorzado, el sol ya se estaba marchando, BaekHyun estaba hecho bolita en el sillón individual, cerca de su mejor amigo.

ChanYeol estaba fuera, buscando un cambio de ropa por él, el único sonido que había era el que marcaba los latidos del corazón ajeno.

BaekHyun se sintió adormecido, cerró sus ojos un momento, dormía más de lo habitual ahí, y lo único que pedía y esperaba era que cuando despertara su amigo estuviese despierto, sonriéndole.

Estaba a nada de caer al mundo onírico, el sueño apoderándose de él cada vez más.

Hasta que lo escuchó.

SooBin...—abrió los ojos de golpe, se enderezó en su lugar, mirando a YeonJun, su cabeza moviéndose de lado a lado y el cabello que había peinado esos días con sus dedos desordenándose por el movimiento.

Se alzó y tomó la mano de YeonJun, recibió un apretón. Sin dudarlo, apretó con su otra mano el botón que llamaba a la enfermera una y otra vez, sintiendo una alegría inmensa cuando miró los ojos de su amigo abiertos, tratando de adaptarse a la luz y buscando algo o a alguien desesperadamente.

—Yeon... YeonJun —llamó recibiendo su atención, le sonrió feliz y con los ojos cristalizados.

De inmediato, apareció la enfermera, pidió a BaekHyun separarse mientras ella revisaba al pelinegro. Usó una linterna pequeña para apuntar sus ojos recibiendo una buena reacción.

—¿Cómo te llamas? —preguntó subiendo lentamente la camilla para dejarlo semi acostado, YeonJun miró a la mujer que le quitó el respirador grande para colocarle con sumo cuidado aquel que solamente tenía dos pequeños tubos en cada fosa nasal y se enganchaba de sus orejas.

—Choi YeonJun —contestó con la voz maltratada, su garganta dolía.

—¿Cuántos años tienes? —preguntó sirviendo agua en un vaso, se lo extendió, YeonJun la tomó con cuidado sintiendo sus manos temblar.

Vamp Laws: The Last Judgment || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora