Capítulo 2

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Ahora estaban solos, Seong-Suk y SooBin observándose fijamente. El modelo estaba agachado frente al otro que a duras penas logró tomar asiento y recostarse en la pared sucia y rocosa.

SooBin río tomando las mejillas del  otro con una mano, con rudeza y con sus uñas encajando en la piel.

—No sabes las ganas que tengo de quitar casa pedazo de tí para verte agonizar de dolor, Choi Seong-Suk —dijo soltándolo causando que el otro gruñera. Seong-Suk tomó respiraciones erráticas antes de hablar.

—Ha-hazlo entonces, solo hablas... Y no haces nada, el pulso... El pulso te tiembla —dijo soltando una sonrisa retadora al otro que sin dudarlo, estiró su mano a la viga de antes para usarla como un batt de béisbol, golpeando una y otra vez el abdomen de Seong-Suk logrando muchos atrofios internos, y un desangramiento más rápido.

—¿Sabes por qué no lo hago? Porque sería una salida fácil para ti, estás débil y a la primera que te quite algo te desmayarías y no serías completamente consciente del dolor. Prefiero que te desangres lentamente hasta morir —dijo con voz segura y neutral, miró la viga en sus manos, una de las puntas era lo suficientemente afilada, miró al vampiro en el suelo, rió relamiendo sus labios con una clara idea en su cabeza.

Ese era Choi SooBin, ese era Choi SooBin el vampiro reprimido y que siempre estuvo controlando sus impulsos y su propio instinto la mayoría de veces.

Esa era su esencia.

—Hoy no me temblará el pulso para asesinarte, Seong-Suk —dijo mucho antes de tomar impulso y encajarla con todas sus fuerzas en el abdomen ajeno. Seong-Suk ya no tenía fuerzas para gritar, simplemente soltó un sonido ahogado, sangre empezó a salir de su boca, SooBin se agachó a su lado tomándolo del cabello para obligarlo a verlo, le sonrió, una sonrisa que no era más que escalofríante, SooBin había dejado salir todo lo que era y Seong-Suk apenas están consiente del terror que causaba— Nos vemos en el infierno, Choi Seong-Suk —y sin más, se levantó para irse, dejando al empresario desangrándose en ese edificio muerto, en su lecho de muerte.

SooBin bajó los pisos, uno por uno, las escaleras con lentitud, tuvo que saltar de un piso para otro incluso, una de sus manos ayudándolo a apoyarse de la pared.

El dolor presente en él, la falta de energía, fatiga, suspiró y jadeó de dolor mirando el vidrio enterrado en su brazo, se detuvo en una pared, apoyando su espalda gruñó cuando sacó el vidrio, arrojándolo a un lado, el sonido haciendo eco en el lugar.

Siguió bajando al último piso, cubrió su ojo maltratado apenas salió a la luz.

Caminó con lentitud a la dirección en dónde había dejado su auto.

Se tambaleó algunas veces, tuvo que detenerse algunos segundos para poder estabilizarse, pero pudo llegar a su auto con una sonrisa triunfadora y que no se podía borrar de su rostro.

Condujo con lentitud, no le importaban los autos tras él, si no quería causar un accidente debía ir a esa velocidad.

Llegó a su departamento, sus energías se agotaban, debía comer, debía beber para reponerse y sería suficiente con las botellas que tenía en la reserva, podría cerrar las heridas e ir directo con YeonJun.

Bajó del auto y de inmediato, cuatro oficiales se le acercaron, apuntando con sus armas a él, como pudo subió sus brazos, jadeando de color cuando fue estampado en su propio auto.

—Choi SooBin, tiene derecho a guardar silencio, asesinó cruelmente a dos hombres en su apartamento y el estacionamiento —dijo el oficial que lo guió dentro del edificio, en la recepción solo había forenses y policías, BeomGyu se levantó apenas lo vió.

Vamp Laws: The Last Judgment || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora