Capitulo 37

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—¡Es muy lindo! ¿Puedo sostenerlo? —SooBin sonrió mirando a lo lejos como YeonJun se acercaba cautelosamente al modelo que seguía en ser fotografiado, dicho vampiro tenía un hamster en manos, apenas y se veía de lo pequeño que era.

YeonJun lo tomó en sus manos, acariciando el pelaje del animalito.

—Dale esto para que esté más tranquilo —le dijo el modelo amable, estirando un palito de zanahoria, YeonJun lo tomó en manos y le dió la zanahoria, sonriendo por el movimiento tan gracioso que hacía el animal al comer.

El modelo frente a él solo lo observó, después de todo debía cuidar al animal que ya había entrado en confianza con él.

—¿Puedo ir hacia allá? —preguntó el abogado señalando la silla en dónde estaba SooBin con un asustado conejo en su regazo.

—Claro, pero lo devuelves, he —le dijo el vampiro con una sonrisa. YeonJun se la correspondió y fue con SooBin, acariciando al pequeño animal con su pdedo índice.

—Mira que lindo —dijo acercándole el animal a SooBin que estaba ocupado tratando de mantener al conejo en su regazo, se lo acababan de dar y el animal ya había sentido que estaba en manos de un depredador.

YeonJun siguió hablando del hámster, acercándoselo más a SooBin a la cara.

—Si, está lindo —dijo alzando su mano para acariciar al pequeño.

—Oh, él también es muy lindo, míralo —dijo usando su mano libre para acariciar al conejo que se calmó relativamente— Tienes que acariciarlo, no apretarlo como un peluche.

—No lo estoy apretando —negó SooBin dejando de agarrar al conejo que empezó a relajarse por el toque de YeonJun, y después el del mismo SooBin que empezó a acariciar en su lomo, sus orejas.

Era un pequeño conejo bebé, color blanco, sus ojos negros atentos a todos, y su nariz moviéndose rápidamente de arriba hacia abajo.

Seguía en alerta pero por cada minuto que pasaba, se adaptaba a SooBin.

YeonJun lamentablemente tuvo que devolver el hamster al modelo, ahora solo veía al animal en el regazo de SooBin, era demasiado pequeño y le causaba un extra de ternura.

Y aún más, cuando llegó la hora de SooBin para ser fotografiado.

Parecía un marinero, estaba de azul, no parecía alguien intimidante, el conejo en sus manos, con sus orejas arriba. Estaba serio, escuchando las indicaciones de la producción.

—¡Empecemos! —avisó una persona que no alcanzó a ver.

Empezó la sesión de Choi SooBin y el pequeño conejo, y el corazón de YeonJun se derritió de ternura, usó su propio teléfono para tomar fotos.

Alguien le tocó el hombro.

—No se pueden tomar fotos —dijo Kai, con otra ropa, mirándolo seriamente.

—¿Ah no? ¿Entonces por qué carajos es una sesión de fotos? Ya pregunté y me dieron el permiso, cállate y vete —le contestó, cortante y rudo, aún así volvió a sonreír cuando SooBin sonrió, sus hoyuelos se notaron, sus ojos achinados, el traje dándole un toque tal vez infantil y tierno que le aceleraba el corazón.

Kai se quedó tras él, pero lo ignoró, sabía que no le iba a hacer nada.

—Oh, esto es lo más lindo que he visto... —murmuró para si mismo, el conejito había querido trepar por el pecho del vampiro, este soltó una risa involuntariamente.

—¡El estilista! —llamó uno de los fotógrafos, Kai avanzó, intencionalmente chocando con el hombro de YeonJun que chasqueó la lengua.

—¿Quiere que lo arrastre por todo esto o qué? —murmuró YeonJun sintiéndose molesto.

Vamp Laws: The Last Judgment || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora