Capitulo 17

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Una risa divertida se escuchó en el apartamento, ya estaba amaneciendo, y aún estaban en la cama, la cuál apenas y mantenía un cobertor aruñado, almohadas en el suelo, como si hubiese pasado una estampida.

—Rompiste mis sábanas —dijo el modelo sosteniendo su peso con sus manos para no aplastar al estilista bajo él que con la misma sonrisa de antes alzó sus hombros.

—Sabías que algo así pasaría, así que no te sorprendas. Además... No sé por qué no elegiste otro lugar —dijo llevando su dedo por todo el pecho sudoroso del modelo que aún estaba tratando de regular su respiración, su dedo índice trazó las mordidas, una que otra mancha de sangre que de sus labios salió y al besar quedó plasmada ahí.

Como se había dicho, el sexo entre vampiros es completamente brusco, sin control, los colmillos ayudándoles en todo el proceso.

SooBin usó sus colmillos contra los labios del estilista, abriendo una pequeña incisión que había sangrado y había succionado con gusto.

Estaban sudados, agitados.

—Ya amaneció —dijo SooBin alzando un poco la vista para ver el reflejo de la luz contra sus persianas. Arrugó su ceño sin ser consiente.

El estilista rió y alzó ambas manos, acunando sus mejillas.

—Eres muy tierno... Muy apapuchable —dijo con una sonrisa. SooBin acentuó su ceño fruncido, mirándolo ahora fijamente.

—No digas eso, es ridículo —se apartó de su lugar, tomando asiento en la mullida cama, quería ducharse, estaba sudado, lleno de fluidos, se sentía pegostoso. El rubio rió tomando asiento en la cama desordenada, pasó su mano por su cuello, un leve ardor por las mordidas que aún no cerraban.

—Es una palabra, no te pongas así —dijo sonriendo de medio lado— ¿O acaso tú chico te lo decía? Que romántico.

—Suena ridículo —fue su respuesta antes de levantarse por completo, enroscando una de las sábanas caídas en su cintura, el estilista se levantó sin importarle el hecho de no tener nada con lo que cubrirse. SooBin lo observó, esa palabra le había recordado a YeonJun, le recordó el momento exacto en dónde se lo dijo mientras apretaba sus mejillas, uno de los momentos que mejor recordaba.

—Lo estás recordando —señaló el rubio pasando sus manos por los hombros ajenos, sujetando su nuca, dejando caricias en el cuello ajeno y en los mechones de su nuca— No me gusta que recuerden a otras personas mientras están conmigo. Apuesto a que muchas cosas pasaron en esta habitación entre ustedes dos, apuesto que esa misma cama sostuvo su peso durante rondas y rondas de sexo —habló ladeando su cabeza con una pequeña sonrisa— SooBin, no lo recuerdes, ya no vale la pena.

—¿Cómo sabes que no vale la pena? —preguntó pasando sus manos a la espalda ajena, pegándolo más a él.

—No vale la pena pensar en una persona que posiblemente ya tenga un relación en dónde sea que esté, o que ya se haya olvidado de ti.

—Él jamás se va a olvidar de mi —dijo con una ceja arqueada. Kai frunció el entrecejo— Y voy a recordarlo todas las veces que quiera, sí, esa cama sostuvo nuestro peso en rondas de sexo al igual que lo hizo hace rato con el nuestro, pero, ¿te digo una diferencia? —preguntó inclinado su cabeza a frente para rozar sus narices— Con él era amor, era gusto y felicidad. Contigo, es puro placer, mera satisfacción de ambos. Y no creas, Kai, que porque nos hayamos acostado tienes el maldito derecho de decirme que debo olvidarlo, si no te gusta que lo recuerde, te puedes ir, después de todo, ya obtuve lo que quería —un silencio se formó en el lugar, el rubio simplemente sonrió ladino, sin inmutarse por las palabras del otro. Les dió la vuelta, arrojando al modelo de nuevo a la cama, mientras quedaba sobre él, SooBin lo observó desde abajo.

Vamp Laws: The Last Judgment || SooJunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora