『I Am Here, Honey. . . I'm Here. . .』
Entreabriste tus ojos, aunque los cerraste al instante debido a la cegadora y repentina luz que llegó a tus ojos provocando que estos ardieran ligeramente.
Te quejaste en voz baja y giraste tu rostro para que la luz de la habitación de hospital no llegará a tus ojos, a tu costado observaste a un Izana que al parecer estaba dormido.
Parpadeaste un par de veces, intentando recordar algo, pero después de unas cuantas palabras que le dijiste a Mikey todo es borroso, por no decir que no hay recuerdos.
¿Qué sucedió? ¿Cómo es que llegué aquí?
Te cuestionaste, pero realmente no hallaste respuestas.
Diste un suspiro entrecortado y giraste la cabeza a tu otro costado. Un oso. Lo primero que vieron tus ojos fue ese oso de peluche. Sonreíste débilmente y estiraste tu brazos para acercar el oso a tu cuerpo, de alguna manera, sintiéndote en compañia en ese momento.
Te dolía el cuerpo, especialmente el hombro y el abdomen. No sabías que había sucedido luego de todo eso, estuviste consciente por varios minutos hasta que simplemente, tu cuerpo no aguantó más.
Realmente pensaste que ya había llegado el final. . .
Afirmaste un poco más el abrazo que tenías en el oso, mirando el blanco techo del lugar, era tan brillante que sentías la necesidad de entrecerrar tus ojos. Hiciste un movimiento para acomodarte un poco, fue un movimiento lento y leve ya que aún te dolía el cuerpo, pero, aún así, no pudiste evitar soltar un quejido.
—¿Mhm. . .? ¿Ya despertaste? —la voz de Izana te llamó la atención.
Carraspeaste, queriendo aclarar un poco tu voz antes de hablar, sentías la garganta muy seca.
—Sí. . . —tu voz salió en un hilo muy suave, débil.
—Ah, carajo. . . —escuchaste un movimiento en la camilla a tu costado— Me asustaste mucho, tonta. Pensé que te habías ido al otro lado.
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➯ ❝ 𝐘𝐨𝐮 𝐁𝐞𝐟𝐨𝐫𝐞 𝐌𝐞... ❞ | мαηʝιяσ ѕαησ/мιкєу χ ℓє¢тσяα
Fiksi Penggemar━━━━━━━━❀━━━━━━━━ ᵉⁿ ᵃˡᵍᵘ́ⁿ ᵐᵒᵐᵉⁿᵗᵒ ˡˡᵉᵍᵃ ᵘⁿᵃ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃ ᵃ ⁿᵘᵉˢᵗʳᵃˢ ᵛⁱᵈᵃˢ, ᵉˢᵃ ᵖᵉʳˢᵒⁿᵃ ᵖᵒʳ ˡᵃ ᶜᵘᵃˡ ʰᵃʳⁱ́ᵃᵐᵒˢ ᶜᵘᵃˡᵠᵘⁱᵉʳ ᶜᵒˢᵃ. . . ━━━━━━━━❀━━━━━━━━ ─𝐓𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐚𝐠𝐫𝐚𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐭𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐜𝐨𝐬𝐚𝐬. . . 𝐏𝐞𝐫𝐨 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐞...