better than before ? - analyne

everything in its right place,

Todo... Todo. Sentía que todo estaba donde tenía que estar.

Tuve el valor, por más que haya sido la decisión más dolorosa, de empezar a ir a terapia. No quiero hablar mucho sobre eso ahora mismo. Es un psicólogo que conoce a mi padre y, según él, el mejor de Florida y es alguien en quien podemos confiar como familia. No es un usuario de Stand pero conoce todo lo que pasó desde hace más de cien años.

Por suerte todo aquello había llegado a su fin. La maldición de la familia Joestar ya había acabado... Y yo tengo que aguantarme el final.

Las primeras sesiones han sido bastante difíciles, tanto para mí como para el psicólogo. Lo único que había visto en mí era que lloraba demasiado frente a él, y yo no sabía cómo acomodar todos esos pensamientos y recuerdos de mi mente para poder comenzar por... simplemente el comienzo.

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- ¿Crees que...? Jo, de verdad que no sé porqué lo hice, de verdad, Ermes. No puedo creerlo.

- Mírame, Jolyne. Por Dios. No ha sido tu culpa. Estabas en tu peor momento... Sé que no fue tu intención, lo sé, te conozco JoJo.

Jolyne se la quedó mirando y sonrió cuando la llamó de esa manera. Jojo...
Tomó su mano y apoyó su cabeza sobre el hombro de Ermes. Realmente eran buenas amigas.

Era de noche, estaban en el patio trasero de la casa de Jolyne y su padre. Ambas tomando bebidas enlatadas y frituras antes de cenar. Solo estaban ellas dos solas en la casa. Jolyne necesitaba su espacio y comenzar a hablar nuevamente con sus amigos poco a poco.

Como si estuviera aprendiendo a conocerlos otra vez, olvidando todo lo malo que pasaron juntos.

- ¿Crees que me extrañan? Weather, Fighters y... Anasui?

- ¡Claro que sí! Sé que están preocupados por ti, pero quieren que estés tranquila. Igualmente sabes que puedes ir cuando quieras, eh.

Ambas comenzaron a reírse.
Jolyne comenzó a abrazarla. Se quedó un rato largo entre los brazos de Ermes.

- Necesito decirle que lo siento. Tengo tantas cosas por decirle... Hoy por fin pude levantarme y tomarme un baño... sin llorar... ¿Sabes lo liviana que me he sentido en ese momento?

Ermes la abrazó más fuerte y la felicitó.
Estaban tan felices de estar juntas para cada una en ese momento.