CAPITULO 10: ¿OTRA VEZ?

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Bueno el sangrado paro cuando falleció mi hermano, a la semana de que falleció mi hermano, mi mes se hizo regular, ya no había más hemorragias, ni dolor, prácticamente era un milagro. Si un milagro, porque tome varios tratamientos y nada funcionaba, de la nada fallece mi hermano y todo se regulariza en mí.

Mi mes duraba tres días, solo tres días y usaba toallas medianas, ya no usaba toallas de incontinencia, al fin era libre.

Hasta que a mediados del año 2021 todo volvió a ser como antes. Mi mes volvió a ser irregular, los cólicos volvieron y las hemorragias otra vez igual. Me volví a sentir débil, mal, cansada y esta vez no tenía una mamá Lupita que me abrazara para consolarme.

- Hija, ¿Cómo vas con tu mes?

- Mal mamá, ya me acabe las toallas de incontinencia, ya me desespere, otra vez no, otra vez volver a vivir lo de la secundaria no

- Tranquila mi niña, verás que todo volverá a estar bien

- Eso espero - dije suspirando

Era un martes, estaba trabajando, trabajaba de niñera, cuidaba a mi sobrino desde la mañana hasta la tarde noche, cuando sentí mojado mi palazzo, me levanté lentamente y puff ¡Otra vez manche la silla! Al ver la silla manchada sali corriendo al baño y mi palazzo pintado de rojo, era una mancha demasiado grande, pero osea también solo a mí se me ocurre ponerme ropa clara estando en ese estado. Me quite el palazzo y lo limpie como limpiaba mi ropa en la secundaria, con poca agua y solo tallando la parte manchada. Le pedí una bata de dormir a mi tía, en lo que se secaba mi palazzo. Me cambié y seguí cuidando a mi sobrino, ese día ya no salí a ningún lado, no baile ni nada, solo en mi casa, después del trabajo llegué agotada y me dormí

Otra vez había estado viviendo lo mismo. Empecé a tomarme un té que me habían recomendado, se me controló por un mes, pero al siguiente otra vez estaba igual. Dos meses seguidos con las hemorragias a todo lo que daban. Otra vez la misma impotencia. En las noches afortunadamente y desafortunadamente me entraba el dolor muy fuerte, me desmaye sola en mi casa un sábado, al reaccionar me tomé una pastilla de hierro y me comí mi almuerzo. Me acosté, tampoco entre a danza árabe. Lo bueno es que mis clases de la uni ya habían terminado, en ese entonces yo tomaba clases de 8a.m-12p.m., por lo cuál ese día también dormí. Me dolía estar viviendo la misma situación otra vez, ¿Hasta cuándo iban a parar las hemorragias? ¿Todo mejoraría?

Si, mejoró, dicen que lo que no te mata te hace fuerte, yo estaba teniendo los mismo dolores, no me sentía bien, a veces solo quería que parará así de la nada, entonces a mi mamá le recomendaron que me fuera a sobar con una señora.

Así fue, me llevaron, otra vez estaba luchando para no rendirme, me sentía débil, en natación no daba el mismo esfuerzo que otros días, tenía anemia, me habían puesto 3 inyecciones de hierro, pero aún así me seguía sintiendo débil, estaba desesperada y a veces cuando estoy así tiendo a sentirme nostálgica, así que de la nada empecé a llorar, mamá solo me abrazaba, creo que cada quien lleva sus propias batallas. Cada quien sabe que tantos problemas carga y cada quien sabe si rendirse por vivir la misma situación una y otra vez o si seguir luchando, a mí me ha funcionado mucho el dicho que dice "el que persevera alcanza" y si es verdad quien no se rinde a pesar de las dificultades, quien aprende a bailar bajo la tempestad, quien aprendí a sonreír a pesar de la oscuridad, quien ve el mundo de colores a pesar de que existe el gris, es quienes ganan, no porque no hayan sufrido sino porque no se rinden.

De mi mamá aprendí que puede ser costoso el camino, que durante el camino y alcanzar tu propia felicidad, no solo se gana, a veces también tienes que aprender a perder para poder alcanzar tu meta, habrá personas que se quedarán a luchar contigo, sin embargo habrán otras que se irán, las personas que se vayan es porque solo vinieron a enseñarte algo, a dejarte una lección, pero las que se quedan aunque no te hablen seguido, las personas que si estuvieses atravesando un mal momento y se los dijeras darían todo por tí, incluso si les pides ayuda aunque te de pena decirlo estarían dispuestas a todo por tí, las personas así son las que valen, no porque tengan dinero, no porque sean famosos, sino porque aprendieron que de las malas experiencias se pueden obtener lecciones hermosas.

He aprendido que no importa lo que pase, quiero seguir siendo aquella chica capaz de apoyar a quienes quiere, aquella chica capaz de ayudar a quienes se lo piden, tal vez no soy rica, pero siempre seré alguien dispuesta a escuchar, a dar ánimo, a ayudar a mis seres queridos a luchar sus batallas, no importa que tanto cueste el camino, lo haré.

Estaba sufriendo en esos momentos por las hemorragias, no me iba rendir. Un día mi mamá fue a la tienda la dueña de ahí le dijo que me llevará con una señora que soba, así fue, mamá me llevo a qué me sobaran.

- ¿Me vendes, una toallita?

- Si

- Es que mi hija tiene hemorragias y ya no sé qué hacer

- ¿Porque no la llevas a qué la soben?

- Esa señora es muy buena - responde mientras le da el número

A los dos días siguientes mamá me llevó.

En la noche, un día antes de que me sobaran

- Le voy a llamar a mi tía, para ver si nos puede hacer el favor de acompañarnos - comento mientras le llamo a mi tía...

- Si mija, solo déjame preguntarle a tu prima a qué hora es su cita en el doctor para que después de eso, las acompañe

- Muchas gracias tía, bonita noche

Al día siguiente

Tome mis audífonos, me puse mi playlist favorita e iba viendo hacia el cielo, me sentía bien, me sentía feliz y por alguna extraña razón sabía que todo después de la sobada mejoraría, estaba feliz, pero nerviosa no sabía cómo era su método de sobar.

Llegamos al lugar, mamá se bajó a tocar la puerta y la señora salió

- Buenos días pasenle - menciona mientras extiende su brazo

- Buenos días - respondemos mamá y yo, mientras entramos a un cuartito dónde tiene una cama en la que soba

- Bueno, ¿Y que tienes?

- Me dan muchas hemorragias, cólicos como si fuera a dar a luz a un bebé, además de que a veces me dan náuseas

- Mm okay - me empieza a sobar y de la nada - puede agarrarle los pies - dice mientras enrueda una toalla en mi cuello

- Si - toma mi mamá mis pies

- Ahora cuando yo le jale el cuello con la toalla, usted le jala los pies

- Okay, listo

- Ahora - dice mientras mi mamá jala mis pies y ella mi cuello

- A - grito - ay si me dolió, pero que cómodo siento todo ahora

- Listo, ya te puedes enderezar poco a poco

Después de eso me recetó unos tés y unos medicamentos, no volví a saber de hemorragias por un tiempo, hace apenas unos meses volví a estar igual, ahorita ya no, volví con el tratamiento que me dió la señora y estoy tranquila, excepción de que me enferme ayer.



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