Sueña, conmigo.

02. El sueño. II

El sueño. Parte Dos.

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Mis amigos no consiguen salir de mis pensamientos.

Adelaide, Lau y Jerry.

He tenido un montón de sensaciones encontradas cuando los vi y los escuché hablar. Principalmente por Adelaide y sus sentimientos, todo el rato que estuve con ella estaba repudiendolos. Como si ellos hubiesen estado autorizados para cosecharse. Me partió el corazón verla alejarse con los ojos rojos y perdidos.

Y por otro lado. Mi pecho se lleno de orgullo y mis ojos de lagrimas felices desbordantes al escuchar a Jerry.

Jerry mi primo tiene la inocencia en el alma, el amor en el pecho y las ganas de estar con Lau bien puestas en la tierra.

Quiero aprender a querer como Jerry quiere.

No sé si ellos han congeniado con sus sentimientos, no les he escrito tampoco, si quiero saber, pero no sería correcto escribirles solo así. Es decir. Son situaciones adversas a mi. Aunque si ellos terminan por intentar algo nuevo, me encanta la idea de verlos, de imaginarlos juntos.

Sería como un sueño.

Uno en dónde seríamos felices muchas personas.

Tan felices como lo estoy siendo ahora.

Luca termina por llegar a mi, sus mejillas engrandecen en una amplia sonrisa. Sus brazos tienen contacto con mi torso y sus labios con mi frente.

-Hola mi amor.

Sonrío al sentir su calor. -Hola Luca.

-¿Solo Luca? -Pregunta sonriendo.

-Si, Luca, el mío.

Mi novio sonríe por lo bajo, visualizo sus mejillas enrojecer y niega lentamente.

-¿A dónde te gustaría ir?

Levantó los hombros sin tener respuesta. -No me importa donde, estamos juntos.

-Si pero, no me gustaría estar con mi novia en el restaurante de mi papá, siento que todos nos miran.

Discretamente mis ojos divagan por el lugar y por las personas. En efecto, todos nos miran.

Después del trabajo escolar no realizado, solo no quería volver a casa, Luca aún no terminaba su trabajo para estar conmigo, pero las llantas de mi auto solo quisieron traerme hasta aquí, así que lo esperé hasta que su turno finalizara.

-Me pareció excitante verte trabajar. -Digo riendo por lo bajo.

-Me pareció excitante verte viéndome trabajar.

Una sonora carcajada abandona mi garganta. Luca deja sobre mis labios un pequeño beso y toma mi mano para comenzar a caminar.

Luego de pasar por unas hamburguesas y gaseosas conduzco con dirección a casa de Luca, es fin y lo único que queremos es pasar tiempo juntos, no soy muy cercana a su familia, pero me gustaría cambiar ello.

Recuerdo haber mencionado con anterioridad las comodidades con las que vive mi novio. Sus padres son dueños de una cadena de restaurantes, él como hijo único y aunque no lo fuera, está acostumbrado a tenerlo todo, aunque también desde pequeño lo han enseñado a luchar por lo que quiere.

Estoy orgullosa de él y de todo lo que ha conseguido.

Sentados encima de la alfombra de la sala de casa de Luca, mi novio termina de comer dos hamburguesas a la vez, sus mejillas están cubiertas por mantequilla y sus labios por salsa de tomate. Me voltea a ver sonriendo.