La traición.
Something big, I feel it happening
Out of my control
Pushing, pulling, and it's grabbing me
Feel it in my bones
Like
Oh, woah, woah
Oh, woah
Something big is happening, woah...Me quedo viendo boquiabierta al chico frente a mi, mis piernas por voluntad propia comienzan a acercarse, él ha notado mi presencia me mira mientras finaliza la nota musical.
Las personas al rededor aplauden con sus palmas, ello lleva mi vista hacia ellas y hacia el entorno, a un lado de la calle hay un parque he de ahí el montón de personas que se han acercado a escuchar.
Pero. ¿Dónde estoy?
Niego un par de veces y comienzo a retroceder mis pasos.
-¡Espera! -Entonces escucho su voz haciéndome detener, volteo lentamente y no me detengo hasta que mis ojos se encuentran con los suyos.
-Soy Adonaís, -Dice poniéndose de pie y tendiendo su mano. -te he visto por aquí antes. Sonríe.
Mis ojos miran fijamente su mano, el lugar y de nuevo su mano. ¿Por qué me siento tan mareada?
-¿Hola? -El chico insiste.
Reacciona, Dian. -Um, hola.
-¡Hola! Así que... ¿Cuál es tu nombre?
Lo veo aún incrédula. -Dian, me llamo Dian.
-Bien Dian, ¿eres de por aquí?
Niego. -Hm no, cre-creo que nunca había estado aquí antes...
-¿Y quieres conversar? Me veías muy atenta cuando cantaba y tocaba la guitarra. Sonríe.
Asiento. -Si, si claro.
-¿Estás bien? Luces un poco pálida.
Asiento levemente. -Me siento un poco mareada.
-Oh, listo listo, con cuidado. ¿Quieres sentarte? ¿Tomar algo?
Digo que si con la cabeza.
-Mira, por allá, -Señala. -es la casa de mi tia, una hermana de mi madre, ella tiene una peletería muy cerca, ¿gustas que te lleve allá?
Llevo mi vista hacía donde él señala, después de una arboleda muy extensa se alcanza a divisar un edificio muy grande y colorido. -Si, si vamos.
Comienzo a caminar a un costado del chico con su guitarra, lleva con su mano restante un montón de papeles en blanco.
-¿Entonces de donde dijiste que venías?
-Cartagena.
-¡Oh Cartagena! Nunca he estado por allá. -Ríe.
Trato de sonreír también, me estoy sintiendo un poco débil y las rodillas están comenzando a temblar.
-¿Estás ... estás bien?
Niego deteniendo mis pasos. -Me siento, me siento muy cansada.
*
Abro los ojos de golpe viendo el cielo de mi habitación, me quedo unos segundos repasando la paranoia y tallo mis ojos con las palmas de mis manos.
Ah sueño. O debería decir pesadilla.
El mismo sueño continúa, desde el día en que comencé a soñar con este chico, cuya imaginación mía hasta nombre le ha escrito, Adonaís.
Me da miedo despertar, aunque me da mas miedo seguir soñando, todo se luce tan real, se siente como si lo estuviera viviendo y al abrir los ojos, se siente todavía más real.
Realmente me siento cansada.
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Sueña, conmigo.
Teen FictionCartagena. Colombia. Dian. Esta es mi historia. No. Perdón. Corrección. Estos son mis sueños, unos que comenzaron a invadir a mis noches y a perseguir mis días completos. Unos que me enseñaron a dejar mis miedos de lado y a enfocarme en una sola...