09. La verdadera amiga.

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La verdadera amiga.

Cuando estoy con Adonaís siento que todo está bien.

-Me gusta mucho el lugar donde vives. -Le digo viendo el panorama del parque, justo donde lo conocí.

Él sonríe colocando sus manos en los bolsillos de su jean. -Siempre supe que tocar y cantar en este parque me traería algo bueno.

-¿Algo bueno?

Asiente viéndome fijamente. -Algo como tú.

Ahora, sonríe.

-¿Sonreír? -Pregunto sintiendo mis mejillas coloradas.

-Justo así, -Dice dándome cuanta de mi obvia sonrisa. -déjame capturarte, te quiero dibujar.

-

Siento unas pesadas manos agitarme levemente. Me quejo por la luz del sol y reniego tratando de mantener mis frazadas en mi cuerpo.

-Buenos días Dian. -Esa había sido la voz de Adelaide. -O debería dejarte dormir para que sigas soñando con Adonaís. ¿Quién es Adonaís ah? Tú si que tienes tus reservas.

Abro grandes los ojos y reincorporo mi posición al escucharle. Siento mis mejillas coloradas y mi boca seca. -¿Q-qué dijiste?

-¿Q-que dijiste? -Adelaide se burla un poco de mi tatareo. ¿Quién es Adonaís?

-Yo, yo, es solo que, ¿Qué estás haciendo aquí? -Decido cambiar de tema.

-Camino a la escuela y me percato de que no tengo auto y de que no quiero ser siempre el mal trío, llévame a clases anda, aún estás a tiempo.

Asiento levantándome de mi cama, tomo ropa de mi armario y entro a mi baño para cambiarme y lavarme los dientes.

Los sueños con aquel muchacho han seguido prevaleciendo. Ahora hasta Adelaide sabe de ellos, no dejará de hacerme burla con ello.

Salgo de mi baño después de lavarme la cara y ponerme zapatos. Adelaide tiene mi celular entre sus manos y mi mochila en su espada. -¿Lista? -Me dice.

Asiento tomando mi móvil de entre sus manos. -¿Qué haces? -Le digo.

-Me aseguraba de que no hubieses dejado de bloquear a Luca y Lea. También quería ver una fotografía del nuevo chico pero no lo tienes ni entre tus contactos.

Niego saliendo de la habitación, Adelaide viene conmigo.

Ambas terminamos por montar mi auto, Ady me entrega la mitad de un sándwich que mi madre me preparo antes de marcharse esta mañana, ella se comió el resto. Comienzo a conducir mientras que Ady utiliza su celular para colocar música de Ed sheeran.

Entonces ella se acomoda en su asiento para mirarme fijamente. ¿Ahora con que va a salir?

Sonrío sin poder evitarlo y ella me señala con su dedo. -Tienes algo que contarme. -Afirma.

Una sonora carcajada abandona mi garganta. -De hecho no. -Le digo.

-¿Quién es el muchacho con quien estabas soñando? Te lucías tan tierna repitiendo su nombre una y otra vez, Adonaís, Adonaís. -Hace énfasis.

No se porque no me molesta que Adelaide me moleste con este tema, realmente es todo lo contrario, me hace sonreír mucho y sentirme muy alivianada.

Entonces pienso que no estaría mal contárselo. Suspiro y sonrío de boca cerrada antes de comenzar a hablar. -No se quien es Adonaís. -Le digo. -Es verdad que he estado soñando mucho con él, no todas las noches, pero si en todos los sueños que tengo. Es muy extraño, en mis sueños él luce real, hablo con él de cosas que realmente suceden en mi vida y -Río. -hasta tiene nombre y domicilio.

Sueña, conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora