Relación

571 55 20
                                    

Sesshomaru la tomo de las manos y después de sonreírle, la llevo aún más dentro del edificio. Le hubiera gustado preguntarle a donde se dirigían, pero… las sensaciones que inundaban su cuerpo al caminar tomados de las manos, eran tan fuertes que le habían cortado la voz, así que, simplemente se dejó guiar por él. De cualquier forma, no importaba a donde la llevaría, mientras estuviesen juntos, a solas.

Habían subido un par de pisos y por lo visto, Rin esperaba llegar a una azotea, pero a donde llegó fue algo diferente. En cuanto se abrió la puerta, entraron a un tipo de habitación que mostraba frente a ellos una ventana, donde se podía contemplar el enorme reloj que tanto identificaba al auditorio. El lugar estaba vacío y solo las luces del reloj, eran las que lo iluminaban.

Sesshomaru, sin soltarla, la llevo dentro y acercándose al ventanal, le mostro a la chica la increíble vista de la ciudad, disfrutando para sí mismo, los ojos de asombro que la hermosa castaña reflejaba.

- Esto es increíble… - suspiro encantada – ¿Podemos estar aquí?

- A menos que te asuste estar a solas conmigo – respondió, mirándola fijo. Rin sonrió, era obvio que no, nunca le daría miedo, en realidad, era algo peligroso – Rin… - susurro – Eres hermosa – soltó de pronto, posando una mano en su mejilla

¿Cómo podía hacerlo? ¿Cómo lograba que sus piernas tambalearan con tan solo dos palabras? Era lo que Rin se preguntaba, sin tener aliento para responder. Entonces, cuando creyó que en ese momento, Sesshomaru la besaría, las palabras que enseguida pronunció, la descontrolaron por completo.

- Perdóname Rin… - dijo con voz baja, mirándola directa a los ojos – Por ser un idiota y lastimarte de la manera en que lo hice, por ser un cobarde y no admitir lo que siento por ti, aun cuando ya lo sabía, perdóname Rin yo…

- Sesshomaru – pronunció Rin, interrumpiendo - Ya no sigas… no hace falta…

- No Rin… no hagas esto – replico, pues sabía que ella, le afirmaría ya haberlo hecho. Pero no lo podia permitir.

Sesshomaru necesitaba hacerlo, no solo por él, sino porque ella lo merecía. Merecía saber y conocer su arrepentimiento, así como las claras intenciones que tenía de hacer las cosas mejores y Rin lo comprendió, de inmediato supo que él, lo necesitaba, así que simplemente lo dijo:

- Si, Sesshomaru… todo está olvidado – y escucharla decirlo, lo hizo sentir como si aquello que le faltaba, regresara a su cuerpo.

Al mismo tiempo, sin contenerse más, posó su frente con la de ella y después de susurrar un "gracias" por fin, pudo volver a besarla.

El beso que había posado en sus labios, era suave, tierno, lleno de emociones e inundado de sentimientos. Era como la primera vez, pero esa pasión desenfrenada, se había convertido en amor. Rin parpadeo un par de veces, sonrojada por todo aquello que solo él, podía hacerle sentir, y antes de que pudiera pasar otra cosa, el teléfono de Sesshomaru comenzó a sonar. Por lo que decía, pedían su regreso, pues el intermedio pronto terminaría.

- Debo regresar – soltó, junto con un suspiro de frustración

- Lo sé… – confirmo – El show debe continuar

Y era esa personalidad tan encantadora, la que siempre lo había enloquecido. La observo detenidamente, comprobando no solo su belleza, sino lo perdidamente enamorado que estaba. Le sonrió, y enseguida propuso coqueto, tomándola del mentón:

- Te llevare a cenar en cuanto termine ¿De acuerdo? - Rin sonrió y después de besarle la frente, regresaron.

xxxxx

Atracción Donde viven las historias. Descúbrelo ahora