🌸Tal Vez Y Solo Tal Vez 🌸 Camilo Madrigal.

🌸Extra 2/?🌸

Lucrecia

Lucrecia volvió a su mundo, al regreso trato de quemar los guiones, pero fue interceptada por los demonios del tiempo.

En ese lapso corto pero aterrador, varios pensamientos cruzaron por su cabeza, el hecho de que quizás no haya podido salvar a Camilo y T/n.

Una vez que los demonios la dejaron, los quemo todos, uno por uno sin dejar rastro de estos, hasta que entonces lo entendió.

—ya es muy tarde—

Por eso los demonios no la dejaron escapar, ya se habían llevado el alma de T/n y con ese pensamiento se quedó, para ella los meses pasaron y ahora había encontrado estabilidad.

Si bien apenas había logrado dejar ir a su pareja , estaba iniciando de cero, se acercó más a su madre, encontró un buen empleo.

Sin embargo, no sabía cómo estaban ellos en su mundo.

—quisiera verlos aunque fuera una sola vez—

Pidió.

Necesitaba saber que ellos estaban bien, que no había pasado nada, que habían vuelto a la normalidad.

Y sin más, algo ocurrió frente a ella.

Un portal se abrió, Lucrecia miró a ambos lados para ver si no había nadie viéndola, y se dio cuenta de que no.

A pasos lentos se acerco al portal, y asomo su cabeza para ver dentro de él.

—T/n ven aquí!!!—escucho gritar a Camilo.

—no, ya te dije, no lo voy a hacer!!—y ahora la voz de T/n.

No podía ver bien por la luz cegadora.

Cuando su vista se acostumbro a la luz, fue que vio el lugar donde estaba, Encanto, las grandes montañas a lo lejos y las casas del pueblo, podía escuchar las voces de la gente.

Buscando a Camilo y T/n, los encontró.

Parecía que ambos tenían la edad de 14 años, un año antes de que iniciará la película.

—ya te dije!! No lo voy a hacer!!—vio a T/n huir de Camilo.

—por favor T/n!!—Camilo la perseguía.

Sonrió al ver que ambos estaban bien, no había pasado nada malo, todo se resolvió.

Siguió escuchando un poco más su conversación.

—no Camilo Madrigal, eres un sinvergüenza, porque tengo que ir yo?—parecía enfadada.

—es que, si no eres tú, a mí no me da va a dar nada—

No sabía que pasaba con ellos pero viendo un poco más, lo supo.

Ahora que recordaba, durante la película se mencionó que había otro personaje a parte de ellos, que tenía la misma edad, un joven.

Su nombre, no lo recordaba.

—bien, pero será la primera y última vez que lo hago—

De repente los siguió un poco más, hasta llegar frente a una casa, donde había un grupo de chicas jóvenes que rodeaban a un chico.

—anda, ve y le pides que te de ya sabes—Camilo le dio un leve empujón a T/n.

Lucrecia sonrió divertida.

—bien—y así vio como T/n se dirigía hacia esa bolita de chicas.

—Adrián!!!—

Oh cierto, Lucrecia recordó, el nombre del chico era Adrián Moreira.

—¿T/n?—el joven preguntó por ella.

Las demás chicas solo le dieron un mirada de arriba hacia abajo, cosa que incómodo un poco a T/n, no le gustaba ser vista por mucha gente.

Adrián se acercó a ella.

—T/n, ¿como estas?—preguntó el chico acomodándose un poco su cabello.

—bien y tu?—la joven respondió.

—bien bien, ¿que te trae por aquí?—

Adrián se acercó un poco más a T/n.

—recuerdas que hace unos días me dijiste que me darías un regalo a cambio de una salida, estoy aquí por ello—

El rostro de Adrián se iluminó y Camilo sólo se burló.

Lucrecia negó con la cabeza, Camilo casi siempre ocupaba a T/n para conseguir lo que quería.

Comida gratis.

—si, espera ya vuelvo—Adrián corrió adentro de su casa y volvió, ignorando a las demás chicas.

Salió con un postre en sus manos.

—ah, se ve delicioso—ahora T/n dijo con emoción en su voz.

Mientras escuchaba la conversación que ambos tenían, sonrió al saber que estaban bien, no tenía nada de que preocuparse.

Por última vez les dio una mirada.

—no puedo creer que ahora tengo que salir con Adrián únicamente para traerte un postre gratis—respondió T/n enojada.

—sabes que te quiero, y mucho, sin embargo, los postres de Adrián son totalmente deliciosos, si no fuera porque nos odiamos a muerte, iría yo mismo a pedirle un postre—

Camilo y Adrián tenían un conflicto ya que ambos gustaban de T/n.

—lo único bueno es que conseguí salir con Adrián—

A T/n le caía bien Adrián aunque no sabía de sus sentimientos.

—no vas a salir con él, ese día me voy a enfermar mucho así que deberás cuidarme—

Eso hizo que Lucrecia se soltara a reír.

—para ello tienes a la señora Julieta así que olvídate—

Si, con eso era más que suficiente para comprobar que ambos estaban bien.

Volviendo a su mundo, sus ojos estaban llorosos.

—gracias por mostrarme eso—

Agradeció a la persona que estaba detrás de ella.

—no hay de que, después de todo, hiciste lo correcto—

Aquella persona había sido la que le hablaba desde otro lado, la voz misteriosa que escuchaba.

Caminando por las calles de Nueva York, no se dio cuenta de por donde iba, y terminó chocando con un chico.

Un chico que sería muy importante en su vida.

La persona que le haría volver a creer en el amor.

Tal vez ya era hora de cambiar de página.

Lucrecia iniciaba de cero.