XXVII

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—Jimin-ah, viniste —Yoongi saludó animado al hombre que cruzaba la entrada, reconociéndolo al instante

Se encontraba frente al piano, improvisando un poco aprovechando que aún no había ningún cliente. Era más temprano de lo usual, pero habían ganado popularidad rápidamente. Hoseok incluso le había reclamado por esto último pidiéndole que se apiadara de él y de su restaurante.

—¿Pero qué tenemos aquí? Ahora no sólo es un adorable mesero, también es un barman muy ágil —la voz del que ahora era rubio salieron dulces, melodiosas y cargadas de cariño

Si Yoongi no lo conociera pensaría que estaba coqueteando con él, aunque a decir verdad parecía ser una costumbre entre la pareja. Le habían tomado demasiado aprecio. —Tus ojos son enormes, cariño, ¿cuántos años tienes? ¿Seguro que no meterás en problemas a Yoongi por ocuparte en la barra?

—Jungkook es un universitario, Jiminnie, eso ya lo sabías —dijo el músico desde el otro lado, levantándose al fin para unirse a ambos

—Pero no nos habían presentado formalmente —extendió su mano aún sonriendo, viendo cómo el otro aceptaba no sin asentir y mostrarse un tanto nervioso— Encantado de conocerte al fin, ¿trabajas todo el día? ¿estás cumpliendo con tu servicio?

—Vengo a medio tiempo de hecho, aún me falta un poco para cumplir con esos trámites

—Excelente, inteligente y trabajador, tu madre debe estar orgullosa, apuesto a que sí

—¿Te sirvo whiskey? —interrumpió el músico mostrándole la botella en manos

—Por favor, Yoongi, creo que lo necesitaré hoy —posando su mentón sobre la palma de su mano— ¿Todavía no llega Tae? ¿Vine demasiado temprano?

—Es la hora de hecho, pero acostumbra a llegar media hora más tarde, ¿cómo es que no se dió cuenta que no estabas en casa?

Yoongi sabía que el otro era demasiado protector, incluso más de lo que él consideraría apropiado.

Ver a Jimin ahí sólo indicaba: el otro ya lo sabía o se había escapado de algún modo. Cualquiera de las dos, se veía muy agradecido con la visita del rubio. Esperaba que pudiera cantar con ellos o que se quedara toda la jornada.

Era de las pocas personas que se había mostrado sincera desde el inicio, Yoongi lo consideraba de su entera confianza, exactamente igual que Hoseok.

—Salimos al mismo tiempo pero le dije que iba a conseguir algo dulce para la merienda

—Y simplemente viniste al bar —añadió el músico comprendiendo que no era tan complicado como se estaba imaginando

—Sólo quiero darle una sorpresa

—¿Y te creyó solo así? —inquirió Jungkook adentrándose en la plática

—Tae confía plenamente en mí, sólo tenemos problemas cuando me demoro en volver o me meto en problemas

—Como el día que me ayudaste a no morir en el asfalto —respondió el músico entregando el vaso de whiskey al otro

—Como ese día por ejemplo

—Creo que los envidio un poco —admitió Yoongi en voz alta, sirviéndose un trago también— Están juntos pero no parece que ninguno de los dos se sienta preso en la relación

—Parece de ese modo, ¿verdad? Lo cierto es que antes de llegar a esto tuvimos que aceptar que habría días llenos de dolor

—¿Cuánto tiempo llevan juntos? —inquirió Jungkook dejando de lado su rutina de escuchar música en sus auriculares sólo para prestar atención al otro

The Genius Bar [Namgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora