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El agua fría caía sobre su cara haciéndole sentir cada una de las pequeñas gotas tibias que golpeaban su rostro de manera rítmica. El corazón haciendo eco en el baño, golpeando las paredes de su pecho, destrozándole los nervios con cada palpitar.

Yoongi salió del baño tras un baño necesario y un tanto largo, ¿qué tanto había ocurrido esta vez? ¿Por qué todo parecía estar yendo en picada? ¿Cómo podía siquiera asimilarlo esta vez? Ninguna pregunta parecía tener respuesta al primer intento, pero ya estaba harto de esa situación.

Tenía que poner en orden su cabeza antes de salir de nuevo al mundo, ¿qué demonios esperaba ahora? Jungkook había despertado, estaba con vida después de haber sido apuñalado por uno de aquellos tipos que buscaba a Namjoon.

Y él... oh, cielos, él era de lejos el mayor de sus problemas. No le había visto desde que viajaron a Daegu y justo en el momento que apareció comenzaron a ocurrir desgracias a su alrededor de nuevo. Pero por supuesto, eso debía tener una respuesta, cada aspecto que parecía no encajar debía resolverse con una simple visita.

Eso lo arreglaría justo después de recuperar fuerzas.

Se vistió con lo primero que vió e intentó distraer su mente fingiendo que ordenaba su habitación. Por supuesto, todo estaba en su sitio pero, ¿qué más podía hacer? Estaba luchando por mantenerse en el presente y olvidar todo el cúmulo de imágenes vividas junto al otro.

Salió de su pequeño departamento y subió a encontrarse con la hermana de Hoseok. No hacía falta tocar, la puerta abierta le indicaba que le esperaban. Entró y sin más lo primero que vió fue aquella maceta tan conocida de la cual comenzaba a brotar un pequeño botón que parecía estar lleno de filamentos verdes y finos.

Un suspiro salió de su pecho y no pudo evitar pasar sus dedos sobre la superficie de la maceta, ¿qué haría ahora? ¿Qué debía hacer cuando obtuviera al fin la verdad?

—Te ves tenso —dijo Dawon en cuanto le vió, sacándole de su ensoñación— ¿Cómo estás?

—No sé de qué otro modo puedo estar ahora —replicó alzando los hombros, sentándose frente a la mujer para tomar los palillos justo después de agradecer por la comida

—Necesitas relajarte un poco, Jungkook está mejor y Hoseok se quedará en el hospital el resto del día

El plato humeante frente a él parecía ser más interesante que responder a Dawon. No es que estuviera molesto con ella, simplemente se sentía exhausto, su estómago le pedía a gritos ingerir algo diferente y recién hecho. Aunque no podía quejarse de los alimentos que Hoseok le llevaba, era diferente comer en un hospital, era simplemente repulsivo así la comida fuera la mejor del mundo.

El sonido del televisor era el único ruido de fondo del departamento, Dawon comía intentando no prestar demasiada atención a los suspiros que salían del pecho de su inquilino, mucho menos de lo desganado que se veía.

Era un deja vu total.

—Nada de lo que ocurrió fue tu culpa, ¿me escuchas? —rompió el silencio Dawon, molesta y harta tras el vigésimo suspiro de Yoongi a media comida

—Sí lo es

—¿Tu lo mandaste a golpear? ¿Contrataste a esos tipos o los golpeaste para que buscaran vengarse de ti? ¿O es que en secreto lideras una banda de criminales?

—No...

—Entonces tus actos no provocaron esto, tú no lo hiciste

—Indirectamente sí, pude evitarlo —su voz sonaba quebrada, no se atrevía a mirar de frente a la mujer porque sabía que no podría manejar aquella dureza

The Genius Bar [Namgi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora