~Capítulo 3~

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Buenas noches

Su progenitora había usado la carta "Masaru" enfrente de todos y un silencio densamente incomodo se adueñó de todo el lugar, Katsuki deseaba gritarle, pero sentía como si las palabras se aglomeraban en su corazón para no salir nunca.

Momo cogió la mano de su amigo con más fuerza y notó como este abrió su palma para devolverle el apretón.

El contacto visual entre madre e hijo se rompió en cuanto el joven dio la vuela y dijo que se fueran de una vez. Las tres estatuas caminaron a paso rápido para alcanzar Katsuki mientras su progenitora permanecía en su lugar viendo como su preciado tesoro se alejaba de ella.

Cuando todos terminaban de cargar las cosas en la armería, la chica de cabellos azabaches le pidió al resto de sus amigos que se adelantaran a tomar la camioneta, el ojiesmeralda capto la indirecta y se retiraron en silencio dejando a un muy callado Kacchan con la mayor.

Katsuki no había dicho ninguna palabra luego de que salieran mansión. Momo se plantó frente a él y le mostró la corbata negra que tanto buscaba en su cuarto.

-estaba entre mis cosas. - se la iba arrebatar, pero antes de hacerlo la chica paso esta por encima de su cabeza y comenzó anudarla en su cuello.

Los dos se conocían desde hace años y esta se había vuelto su apoyo después de la muerte de su padre, ella era para Katsuki una de sus menores amigas y, aunque no lo admitiera, le estaba muy agradecido.

Eijiro era escoltado por sus dos buenos amigos a lo que semejaba ser más fiesta que reunión, mientras casi otras diez personas, incluyendo a Sero, estaban afuera por si algo malo llegaba a suceder esa noche, esperaba que no, pues la fiesta se veía...

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Eijiro era escoltado por sus dos buenos amigos a lo que semejaba ser más fiesta que reunión, mientras casi otras diez personas, incluyendo a Sero, estaban afuera por si algo malo llegaba a suceder esa noche, esperaba que no, pues la fiesta se veía agradable, o así le pareció hasta que un hombre vestido con rojo ingresara acompañado de tres hermosas damas.

El rubio eléctrico notó su presencia sin evitar quedar fascinado con la magnificencia de las tres acompañantes. Le dio un pequeño golpe a su amiga a lado para voltease a mirarlas. Ese par enserio disfrutaban de sus gustos tanto de hombres y de mujeres para admirar bellezas como las que acababan de llegar.

Sin embargo, para Jirou su admiración cayó de inmediato cuando la chica más bella, a su parecer, les había dado la espalda que, gracias al corte de su vestido, dejó a la vista un tatuaje de una granada cubierta de rosas blancas como símbolo a su procedencia: la mafia Bakugo.

- Y así es como murió el encanto- susurró la peli morada al oído de su mejor amigo que también había notado ese detalle.

- Eso no le quita lo linda.

- Linda te voy a dejar la cara si se te ocurre acercártele- el chico rodo lo ojos con una sonrisa en sus rostro por aquel comentario.

Eijiro no estaba prestando atención a quienes llegaban puesto que se encontraba cerrando un trato con Aizawa Shouta, un hombre alto de cabello largo, que manejaba un negocio de drogas extranjeras.

Un pequeño trato   [kiribaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora