Un pequeño trato [kiribaku]

~Capítulo 9~

quince minutos

En el momento en que los enemigos salieron de la habitación Mina y Shoto se apresuraron en dirección a Touya, la pelirrosa se situó en la puerta asegurándose que me no volvieran. El semialbino se acercó a su hermano.

Estaba golpeado por todos lados, y por muy mal que se llevaran le dolía el corazón verlo así. Cuando lo tuvo de frente se dio prisa para desatarlo, pero este lo detuvo.

- Vete de aquí, Shoto.

- No sin ti- las palabras de ambos eran pronunciadas de muchas maneras, menos cariñosa. - no te dejaré de esta manera.

- Que me atraparan yo lo planee

- ¿Qué?

Mina se giró para mirarlos, sus ojos reflejaban inseguridad y alta tensión, lo que sea que estuviera sucediendo a fuera quizá no era bueno y Todoroki no quería averiguarlo. Ella hacia señas para quien fuera que le estuviera hablando entrara con ellos.

- No tenemos tiempo para tonterías así que te voy a liberar.

- Escucha escuincle- dijo su hermano- algo más está sucediendo con esta familia. El cambio de movimientos en sus negocios, las transacciones y copias de algunas propiedades están guardadas en una USB que le di a Hawks. Dile que te los de, no sé en dónde está, pero no estará fuera del país hasta noviembre.

- ¿De qué hablas? - el pelinegro hablaba rápido y atropellado por los golpes y era difícil seguir el paso.

- Sal y búscalo. Yo aún tengo que hacer cosas aquí.

La puerta de abrió y Midoriya entro a la habitación

- Hay que irnos, ¡ahora! - ordeno muy agitado.

- ¿Qué hay de Bakugo? - mina se veía igual de inquita

- Lo tiene bajo control ¡¿Por qué aún no está suelto?!

El par de hermanos se miraron y asintieron de acuerdo.

- Él se queda. - así fuese que no poseyeran la mejor relación fraternal, confiaba en su palabra.

Los tres corrieron en silencio por donde entraron anteriormente, pero ante de bajar a las cañerías Dabi llamo a su menor.

- Shoto. Ten cuidado.

Minutos antes.

- Bak- Yaoyorozu- dijo el rubí aun apuntando a Katsuki- ¿qué haces aquí?

- Recibí tu email, ¿no quería que nos viéramos?

- sí, pero...-Kaminari lo veía de una manera indescriptible- ¿cómo me encontraste?

- ¿Cómo que "como"? - grito- Rastree el correo, idiota

Si bien estaba gritando, Bakugo estaba bajo control, el aun creía que no era líder de una mafia si no un simple traficante.

- Y ¿quieres salir? ¿justo ahora?