Renacimiento en los 70s

Capítulo 1

"¡¡¡Vete, déjame en paz!!!"

Xia Taozhi miró al hombre que tenía delante, no entendía por qué este hombre había venido a salvarla.

Estaba claro que eran amigos comunes y corrientes.

En su lugar, empujó contra la viga que le aplastaba la pierna, pero la piedra no se movió, aunque estuviera físicamente en forma no podría empujar el peñasco de mil kilos.

Su frente estaba cubierta de sudor, el fuego a su alrededor era cada vez más grande, pero se rió: "¡Xia Taozhi, todavía me debes al carajo, sólo puedes morir conmigo si quieres!"

Xia Taozhi odiaba su sucia boca, lo empujó, pero sus suaves manos no pudieron empujarlo, gritó con ansiedad: "¡Xie Yan! ¿Está usted enfermo? ¿Por qué quieres morir conmigo? ¡Te odio tanto! Por favor, Xie Yan, date prisa y déjame ......"

Había llevado una vida aburrida, y tras ser retirada de su matrimonio por Liu Shuming, había estado luchando en la ciudad y a los treinta y tres años, se había convertido en una empresaria estatal que había abierto miles de grandes centros comerciales, colaborando con el gobierno local para abrir grandes centros comerciales similares a los del extranjero.

Ahora mismo el centro comercial se ha incendiado de repente y la puerta de su despacho se ha cerrado con llave, sin posibilidad alguna de escapar.

Podía estar segura de que alguien había incendiado deliberadamente la puerta y la había cerrado con llave y esa persona era probablemente su hermana, Xia Taohua, que acababa de salir.

Incluso ella lo había hecho desde detrás de la montaña, ¿era esto la alta burguesía? Tener el derecho de hacer matar a un inocente.

Sus piernas estaban ahora inmovilizadas por la viga y ya no le dolía, estaba completamente inconsciente.

La viga pesaba mil libras y ella no podía liberarse.

Y Xie Yan se apresuró a salvarla, pero al instante, no quería que muriera, no quería en absoluto que muriera con ella.

Pensó que estaba realmente súper molesta con un Xie Yan tan vulgar y desagradable, que sólo sabía pelear y no atendía a razones en todo el día.

Y siempre mirándola con los ojos pegados a ella, no se atrevía a levantar la vista hacia él.

Y de momento no esperaba que fuera él quien entrara a salvarla.

Se rió por lo bajo, con una voz ronca y magnética: "¡Idiota! Porque me gustas".

Las lágrimas de Xia Taozhi resbalaron por sus ojos, "No me gustas, vete, Xie Yan no mueres conmigo, no vale la pena".

Empujó contra esta viga, el techo se derrumbó y el peso de arriba volvió a bajar, la sujetó para proteger su cabeza, una bocanada de sangre escupió de su boca, temiendo que la sangre fluyera sobre su cara de buen ver y ladeó la cabeza, la voz del hombre era ronca, cada vez más sangre salía de su boca, "No me puedo ir, estoy muy contento de morir contigo".

La protegió con su cuerpo y se rió ligeramente: "He oído que, si dos personas mueren juntas, tienen que estar atadas en la próxima vida".

Lo que Xia Taozhi sintió antes de cerrar los ojos fue el calor de su cuerpo y el brazalete que había colocado en su mano.

Su voz era débil: "Para mi esposa, ya sabes, soy un sinvergüenza".

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