Capitulo 29

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Tao Zhi miró a Xie Yan que estaba hablando y no pudo evitarlo, Xie Yan todavía tenía una cara seria.

"¿Por qué huele a vinagre?" Tao Zhi miró a su alrededor: "¿Los celos de quién se han desbordado?"

Ella dijo y miró alrededor de su habitación, mirando al este y al oeste.

Xie Yan olió desconcertado, "¿Huele a vinagre?"

Miró a su alrededor: "¿Hay vinagre en mi casa?"

No le gustaban esas cosas agrias.

Tao Zhi dijo: "Oh..." y miró a la persona que estaba en la cama, acercándose a él e inclinándose para ahuecar su cara: "He dicho que por qué huele a vinagre, ¿así que es Xie Xiaoyan, el viejo celoso que se ha dado la vuelta? "

Xie Yan comprendió de inmediato, sus ojos parpadearon, sonrió con unos dientes blancos y limpios, fue agarrado por sus suaves manitas, sus ojos se entrecerraron por la sonrisa.

El tono de Xie Yan estaba algo impotente, "Xia Taozhi, ¿te estás burlando de mí?"

Tao Zhi le clavó los ojos: "Tengo que darte bastante seguridad, ah, ese Su Yibai no es tan bueno como el perrito blanco de la casa de Ergou, no quiero ni mirarlo más de una vez".

Acarició la cabeza de Xie Yan: "Lo que más me gusta es este Xie Xiaoyan que tengo delante".

El corazón de Xie Yan se ablandó, nunca pensó que un día escucharía esto de la boca de Xia Taozhi.

Entrecerró los ojos: "Cuéntame más, al maestro le gusta oírlo".

Tao Zhi le dio una palmadita en la cara: "No diré buenas palabras dos veces, voy a la oficina del pueblo, cuídate".

Xie Yan era una persona bastante fuerte y dominante, aunque una de sus piernas estaba rota, todavía tenía que ir al baño por sí mismo, sin dejarse ayudar en absoluto.

Incluso cuando ella se ofreció a frotarle la pierna, él no aceptó.

Siempre decía algo así como: "Es sólo una pierna rota, no está paralizada, lo haré yo mismo".

"¿Quién dijo que no puedo mojarme las manos? ¡Esos médicos no saben por lo que he pasado! Tengo una cicatriz en la mano, es un símbolo de hombría".

En pocas palabras, está impotente.

Tao Zhi no tuvo más remedio que dejarle en paz, pero sus heridas se están curando rápidamente.

Xie Yan se recostó en la almohada, con los ojos mirando por la ventana: "¡Lo tengo! Date prisa y vete, más tarde Chen Wangshan estará hablando de nuevo".

Tao Zhi tomó el cuenco y se dirigió a la puerta, girando la cabeza para mirarle: "De verdad, me voy".

Xie Yan resopló fríamente: "Las mujeres son un problema".

La voz de Tao Zhi ya estaba lejos, "Realmente me voy, Xie Yan".

Xie Yan estiró el cuello para mirar su espalda que ya se iba, se recostó en la almohada y miró esta pierna suya: "todo es tú culpa, ¿ solo no recibiste unos palos? Eres inútil".

De lo contrario, ¡¡¡podría haber ido a ver al viejo para pedirle una fecha para casarse!!!

Se rodeó el pecho con los brazos y miró por la ventana; ya no estaba la figura de la mujer, sólo el gran ganso que jugaba en el patio.

Xie Yan encontró de repente el sentido de la vida, es decir, esperar a que Xia Taozhi regrese ......

Taozhi volvió a la oficina del pueblo, el secretario de la sucursal Chen está muy contento, porque la educación es un evento importante que beneficia al país y al pueblo, el pueblo tiene una escuela primaria, habrá muchos niños que puedan ir a la escuela.

Renacimiento en los 70sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora