Renacimiento en los 70s

Capítulo 130

Xie Yan se sentó directamente en la valla, ¿Huang Ming estaba muerto?

¡Eh!

Murió con esos dos puñetazos, ¿de qué clase de pedo está hecho que puede venirse abajo incluso cuando sopla el viento?

¡Ese hijo de puta no lo va a tener fácil!

¡He Xie Yan guarda rencor!

Sólo el Jefe Zhu salió y miró a las dos acusadoras.

El director Zhu estaba un poco impotente: "Puede que no estés al tanto de la situación, Huang Ming rompió el libro de un colega, ahora ese colega ha ido al juzgado, he mirado su libro, la tasación por las palabras, puede que tenga que pagar dos mil yuanes, ustedes preparen el dinero, hablemos en el juzgado entonces".

"A mí también me cuesta, está todo bajo mi responsabilidad, esto es muy importante, no es bueno para ninguno de nosotros".

"Huang Ming él también tiene la culpa, ustedes paguen el libro, al que le dio la paliza también le haré pagar los gastos médicos a Huang Ming, no puede morir, no se preocupen, como mucho perderá dos dientes".

" Apúrense y regresen, si hacen más ruido, tendré que pedirle a Huang Ming que renuncie".

Aunque Huang Ming tenía que dimitir, ahora, tenía que encontrar una razón.

La esposa de Huang Ming se levantó y se quejó insatisfecha: "¡Director Zhu! ¡Cómo puedes hacer esto, fue nuestro Huang Ming quien fue golpeado! ¿Cómo se atreve a demandarnos la persona que le dio la paliza?".

El jefe Zhu la miró con cierta impaciencia: "¡Huang Ming rompió el libro de alguien, y ese libro vale mucho dinero!".

La anciana del suelo sonrió y soltó: "¡Qué tiene de valioso un libro! La vida de mi hijo es más cara".

El Director Zhu no tuvo tiempo de discutir con ellas, miró a la persona que estaba a su lado, "Xiao Qin tú te encargas de este asunto, el libro de Xie Yan es muy caro, tú te encargas de los dos mil, te dan el libro o el dinero, Xie Yan yo me encargo de él, el procedimiento viene de uno en uno."

"Sí."

"¡Jefe Zhu, no te vayas! ¡¡¡Tú eres el que está encubriendo a ese golpeador!!!"

"¡¿El Jefe Zhu es realmente su hijo ilegítimo?!"

"Jefe Zhu..."

Las dos mujeres siguieron gritándole, pero el jefe Zhu ni siquiera giró la cabeza y caminó hacia el patio trasero.

Los demás se quedaron boquiabiertos, el Jefe Zhu parecía viejo pero en realidad sólo tenía treinta años, ¿cómo podía haber dado a luz a Xie Yan, un hijo de veinte años?

De hecho, era inútil que dijeran nada, el jefe definitivamente protegería a Xie Yan.

Xie Yan, después de todo, era muy inteligente.

Xie Yan saltó de la valla y se subió a su coche.

Cuando el Director Zhu salió, se sentó delante y condujo.

Xie Yan fingió entonces no saber nada.

El coche salió del patio y Xie Yan vio a la gente que estaba mediando.

Mientras el coche se alejaba, se echó hacia atrás y cruzó las piernas al recordar lo que acababa de decir el viejo Zhu.

Qué interesante.

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Tao Zhi siguió a Song Tianhe a la fábrica, este lado no era demasiado remoto, se podría decir que esta ubicación era todavía buena.

El único problema podría haber sido el camino de entrada, que estaba bastante embarrado.

Cuando llegó a la entrada de la fábrica, ya tenía mucho barro en los zapatos.

Song Tianhe dijo: "Esta es la fábrica, está tan silenciosa porque el equipo se ha estropeado con los años y no hay apoyo de nuevo equipo, y ahora los trabajadores se han ido a casa".

Tao Zhi asintió y vio salir corriendo de dentro a un hombre de mediana edad, tenía algo de pelo blanco pero parecía en forma.

Abrió apresuradamente la gran puerta de hierro; "Tianhe está aquí, entra deprisa".

Sus ojos se posaron en Tao Zhi y extendió su mano hacia ella, "Esta es la camarada Tao Zhi, he oído a Tian He hablar de ti, ven ven ven, tomemos un té en la oficina, por aquí por favor".

"De nada". Tao Zhi le hizo una leve inclinación de cabeza y les siguió.

Era un hombre que había defendido a su país en el campo de batalla en el pasado, y ahora, incluso después de retirarse del ejército, seguía teniendo un aire de autoridad.