Cambiaré el destino

Naruto

Naruto Uzumaki, el contenedor del Zorro de las nueve colas que atacó la aldea hace cuatro años, ataque en el que murieron muchos shinobis y civiles, así como también el cuarto Hokage.
Los aldeanos veían a ese pequeño niño como el causante de su dolor, veían en él al zorro demonio que mató a sus familias y destruyo su aldea. Y descargaban todo su odio en él, aunque no tuviera la culpa de nada, aunque él no haya elegido tener al kyubi sellado en su interior, aunque él ni siquiera supiera lo que había pasado ese día, todos lo trataban como si fuera su culpa.

Cuando Naruto cumplió cuatro años fue echado del orfanato. En el tiempo que pasó ahí, las cuidadoras nunca lo dejaron jugar ni hablar con los otros niños, y siempre lo trataron con frialdad.

Siempre apartado.

Siempre odiado.

Siempre solo.

Naruto se llenaba de odio sin darse cuenta, la soledad se  apoderaba de él. Pero él tenía un sueño: convertirse en el mejor Hokage que el mundo haya visto, para que todos lo reconozcan. Y ese sueño fue el que lo mantuvo de pie a pesar de todo, y no permitió que se rindiera.

Al ser echado del horfanato, el tercer Hokage le dio un viejo departamento apenas amueblado, y dinero para el mes. Le explicó lo que debía hacer con el dinero, pero Naruto no entendío nada de lo que le dijo y lo gastaba de manera descuidada, por lo que a veces se quedaba sin dinero.
Si no fuera por Teuchi, el dueño del restaurante de ramen, Naruto se hubiera quedado sin comer más de una vez.

Sakura averiguo todo eso al pasar más tiempo con Naruto.
Él siempre la había apoyado, siempre había cuidado de ella, y esta vez ella cuidaría de él, no permitiría que sufra como lo hizo en el pasado.

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En la tarde del día siguiente, Sakura volvió a buscar a Naruto, está vez no había ningún ANBU cerca, por lo que no entorpecio sus movimientos al caminar y fue directo hacia Naruto.

—Sakura-chan!, si viniste!—gritó y fue corriendo hacia ella.

El día anterior solo la había llamado Sakura a secas, por lo que la alegro que volviera a utilizar el "chan" en su nombre.

—Claro que vine, ¿que quieres hacer hoy?.

—Lo que tú quieras Sakura-chan!!

En eso el estómago de Naruto sonó.

—¿Ya comiste?—le preguntó, pues dudaba de que Naruto tuviera horarios para comer.

—Hee... Todavía no Sakura-chan, estaba tan emocionado por verte que te estuve esperandote desde temprano, dattebayo—dijo con una risita.

—Entonces iremos a tu casa, tienes algo de comer ahí?

—Si Sakura-chan, tengo ramen!, tú también tienes que probarlo!, es lo más rico del mundo, dattebayo!!

Sakura suspiró, por hoy permitiria que Naruto comiera ramen, todavía no tenía misiones, así que tendría que conseguir su propio dinero apostando. A diferencia de su maestra Tsunade, ella era muy buena con los juegos de azar.

—Esta bien Naruto, será ramen.

—Si!, te prometo que te va a encantar Sakura-chan.

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La casa de Naruto estaba en una calle bastante apartada, era la misma casa de siempre, dentro había una cama, una mesa pequeña con dos sillas y un refrigerador, aparte de algunos utensilios básicos para cocinar.
Sakura se preguntó si el tercer Hokage era tonto o hacía eso a propósito, dejar a un niño pequeño cuidarse solo se podría considerar negligencia, ¿no?.

—Ven Sakura-chan—dijo mientras la jalaba de la mano y la llevaba a la mesa—siéntate.

Naruto busco unas cosas en la cocina y rápidamente trajo dos tazones de ramen instantáneo con agua caliente, con sus respectivos palillos para cada uno y esperaron los tres minutos para que el ramen estuviera listo.

—Mmm, ramen!—decía Naruto con la boca llena—¿te gusta Sakura-chan?.

—Si, esta muy rico—le dijo, y se llevó otra porción a la boca.

—Que bueno—le dijo Naruto feliz—,nunca nadie había venido antes a mi casa ademas del viejo, pero siempre deja todo oliendo a cigarro cuando se va—se quejó.

Sakura se rio de eso. A pesar de su edad el tercer Hokage fumaba mucho.

—La próxima vez yo te invito el ramen, podemos ir a Ichiraku, escuché que hay hacen uno muy bueno—dijo Sakura casualmente.

Naruto se la quedó mirando con sorpresa. Después de haber pasado toda su vida prácticamente solo se le seguía haciendo raro que alguien fuera tan amable con él hasta el punto de querer invitarle ramen.

—Pasa algo?—le preguntó preocupada Sakura al verlo tan callado.

–N-no, no pasa nada Sakura-Chan, es solo que estoy muy feliz de que estés aquí, dattebayo—dijo con una gran sonrisa.

—Somos amigos, así que estare contigo muy seguido—dijo decidida y también le sonrió.

"Es lo menos que puedo hacer por ti" pensó Sakura.

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—Guau, eso estuvo increíble Sakura-chan!!—Naruto la veía con las mejillas sonrrojadas.

Sakura estaba en el bosque con Naruto. Después de que ella le haya dado una paliza a unos niños que le lanzaban piedras a Naruto y de que estos se fueran corriendo, él le había pedido que le enseñará como hacía para ser tan fuerte, y ella lo había llevado al lugar donde solía entrenar.

—Eso fue un golpe mejorado con chakra, concentro chakra en mi puño y lo suelto de un solo golpe—le explicó sacudiendo se la tierra de la ropa.

Naruto estaba emocionado, era la primera vez que veía algo así.

—Por favor Sakura-chan, enséñame a hacer eso dattebayo—le pidió con carita suplicante.

—Esta bien—de todos modos ella planeaba comenzar a ayudarlo con su entrenamiento antes de ingresar a la academia—te ayudaré a mejorar tu control de chakra, pero yo puedo hacer eso—señaló con la cabeza hacia el cráter en el suelo—porque tengo un control muy preciso de chakra, sin embargo mejorar tu control de chakra te servirá para no desperdiciarlo y que tus técnicas sean más eficientes.

Naruto la miró sin entender.

—Mira esto—le dijo, y subío un árbol usando chakra en sus pies—, concentrando chakra en la planta de los pies, se puede subir un árbol sin usar las manos, también se puede caminar sobre el agua.

Los ojos de Naruto brillaban de emoción.

—Yo también lo lograré, ya lo verás Sakura-chan!! , porque mi sueño es convertirme en el mejor Hokage, dattebayo!!.

—Estoy segura de que lo lograras—susurró.

(derechos de las imágenes a quien corresponda).

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23/01/22