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Habían pasado todo el día entrenando, y tal como Sakura lo recordaba, Naruto tenía mucha energía, tanta, que él todavía podía seguir de pie. Ella en cambio estaba tirada sobre la hierba mientras miraba el atardecer, con la respiración aún algo agitada, pues también había curado las heridas que Naruto se había hecho entrenando.

Naruto se acostó al lado de Sakura para también ver el cielo.

—Mira esa nube Sakura-Chan!—dijo señalando una en el cielo—parece un gran tazón de ramen.

—Es verdad—dijo. La nube incluso tenía palillos y todo—. No te duele algo más? Te caíste varias veces—lo miro para comprobar si mentía.

—No, ya no me duele nada—dijo rápidamente—Esa cosa que hiciste con tu gatra fue increíble, me dejó como nuevo.

—Es chakra, no gatra, Naruto—dijo mientras se reía.

—A sí, eso. Esa cosa que hiciste con tu chakra fue increíble Sakura-Chan.

—Es Ninjutsu Médico, pero no se lo digas a nadie o lo negaré, tampoco le digas a nadie sobre nuestro entrenamiento, ¿bien?—le dijo un poco más seria, mirándolo a los ojos.

Sakura no necesitaba que el Hokage mandara ANBU para husmear cuando se enterara que Naruto entrenaba con alguien, ni que la interrogaran con preguntas como: "¿porque una niña de tu edad proveniente de clan civil y sin maestros puede usar Ninjutsus médicos?", "¿Cómo es que puedes usar golpes mejorados con chakra?, etc, etc.
Le dolía la cabeza de solo pensar en eso.

—Te mostré mis habilidades porque confío en ti, y no quería ocultarte cosas—continuó diciendo mientras Naruto la miraba con atención—. Además de que habrá días en los que desaparezca y no quiero que te preocupes—le sonrió dulcemente.

Obviamente, para Sakura no contaba el viaje en el tiempo.

—Tú confía en mí Sakura-chan!—Naruto se sento al igual que Sakura—Te doy mi palabra, y yo nunca retrocedo a mi palabra, creelo!!—exclamó sonriendo.

Sakura recordó lo terco que era, y como se había sacrificado hasta la muerte por tratar de recuperar a Sasuke de la oscuridad.

—Te creó—dijo sonriendo de lado, escondiendo su dolor.

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Sakura había dejado a Naruto en su casa. Ahora, con una trasformación, se dirigía a una casa de apuestas.

Su clon seguía en su casa, por lo que no se preocupo en que sus padres notarán su ausencia.

Casi tres horas después, Sakura salió con botín en mano. Nadie había notado su transformación. Ya era de noche, por lo que no había ningún shinobi cerca, y le resultó bastante fácil pasar desapercibida.

Deshizo su transformación y se dirigió a la tienda de armas. Después de todo, no era tan raro ver a niños comprar armas en una aldea Shinobi.

Sakura buscó shurikens, kunais, y vendas para sus tobillos y muñecas; así como bastantes pergaminos, frascos de vidrio y tubos de ensayo. Iba a comprar también guantes como los que tenía antes para no lastimar tanto sus manos al entrenar, pero los que había eran demasiado grandes para ella.

—Bueno, creo que eso es todo—se dijo a sí misma.

Por último agarro un porta armas y se acercó a pagar.

–Cuánto es por todo esto señor?—preguntó amablemente.

El dueño del lugar apartó los ojos del periódico que leía y miró lo que traía.

—Crees que podrás llevar todo eso tu sola, pequeña?—le preguntó algo preocupado.

—Sí. No hay problema—dijo segura.

—Y tus padres? Es peligroso que andes sola tan tarde.

–Me están esperando en casa, y no esta lejos—dijo restándole importancia.

—Está bien—aceptó resignado.

Sakura pagó por lo que compró y salió de la tienda.

"¿Le pareció raro que estuviera sola tan tarde y no que comprara tantos pergaminos y tubos de ensayo que claramente se usan para experimentos?" Se preguntó Sakura algo confundida.

A unas cuadras de la tienda, Sakura sacó un pergamino de almacenamiento y metió todo lo demás ahí dentro.

—Obviamente no iba a llevar todo esto encima—se dijo a sí misma.

Tomó el pergamino en la mano y se fue a casa.
Su clon la estaba esperando cuando entró por la ventana.

—Tardaste mucho—le dijo su clon-. Ya están durmiendo—dijo refiriéndose a sus padres.

—Bien. Tengo mucho trabajo que hacer—se dijo. Libero el jutsu, y procedió a sacar todo del pergamino.

Acomodo en un lugar seguro, y fuera de la vista de su madre, sus armas y frascos. Luego sacó los pergaminos y se puso a trabajar en ellos.

Sakura pasó horas escribiendo información en los pergaminos, más que nada copiando sellos y jutsus que había encontrado en las guaridas de Orochimaru. Lo escribió todo con un código que habían creado en la guerra por seguridad. También ordenó datos sobre el clan Uzumaki. Resultó que Orochimaru había investigado mucho a ese clan, así como también el fuinjutsu que poseían.

Según los informes de Orochimaru, Danzo poseía algunos sellos de ese clan, como el sello de silencio que usaba en los miembros de Raíz y en Sai, y otro sello que llevaba en su cuerpo que sellaba a sus enemigos dentro de él al morir.

Cuando terminó, selló todo en un solo pergamino y lo protegió con un sello especial para que no se pudiera abrir, uno de los mismos que también protegían los pergaminos de Orochimaru.
Eso terminó de consumir toda su energía, y como pudo alcanzo su cama, ya al día siguiente continuaría con el resto y usaría los frascos y tubos de ensayo para sus experimentos, y volvería a desarrollar el antídoto para el veneno de Kabuto, sólo por precaucion.

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25/01/22

Cambiaré el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora