En el pasado

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El alma de Sakura fue contenida y guiada por el chakra, de algún modo fue como morir, ya que su alma abandonó su cuerpo y todo lo que sintió a su alrededor fue vacío.

Cuando su alma encontró el camino, lo siguió hasta por fin encontrar el tiempo y cuerpo correcto. Libero el jutsu he ingresó al cuerpo de una pequeña niña de 4 años con cabello rosa y ojos jade, pero cuando por fin lo hizo, sintió como si su espalda hubiera sido golpeada con violencia contra el suelo, su cabeza latía de dolor y todo fue oscuridad por unos momentos.

Entre su inconsciecia se preguntó si había hecho algo mal, hasta que comenzó a toser por el dolor del golpe y a jadear en busca de aire, se sintió mejor cuando su respiración se reguló y su vista se aclaró.

—Ay mierda, creí que moría—dijo con la respiración aún algo agitada.

Entonces se dio cuenta que todo lo que la rodeaba era luminoso y de color blanco, y reconsidero si aún seguía con vida, hasta que escuchó el sonido de algo metálico chocar entre sí. Una enfermera aparentemente joven con una bandeja en las manos, la estaba mirando como si fuera un fantasma, después frunció el ceño.

—No puedo creer lo que aprenden a decir los niños de ahora, sin duda eso debe ser culpa de los padres—murmuró.

La enfermera se acercó a la camilla y revisó su pulso, le preguntó cómo se sentía y se fue, seguramente en busca de un doctor.

Sakura se relajó, estaba en un hospital, pero agradeció a Kami de que al menos no hubiera pasado lo peor, y lo peor de un jutsu como ese no era la muerte, no, lo peor que podía pasar era que su alma se fragmentara en el camino y se perdiera en el limbo, y en ese caso no sería recuperada ni por Kabuto y su Edo Tensei. Obviamente no le había contado ese detalle a Kakashi.

Sakura se tomó unos segundos para observar su cuerpo infantil, sus piernas y brazos eran cortos y delgados; su piel era delicada y lisa, muy diferente a su cuerpo anterior que estaba cubierto de algunas pequeñas cicatrices, raspones y sangre.

"Mi cuerpo está en perfecto estado, no entiendo porque estoy en un hospital "

A los pocos minutos entró su madre corriendo y la abrazo, detrás de ella venía el doctor.

—¡Oh, Sakura!, me tenías muy preocupada, estuviste todo un día inconsciente.

Sakura decidió que por ahora iba a finjir ser una niña normal, al menos por un rato, no necesitaba asustar aún más a sus padres.

—Mami, ¿dónde estoy?, ¿porque estoy aquí?—dijo lo más inocente que pudo.

—Te desmayaste cuando estábamos en el parque, tal vez pasaste jugando mucho tiempo bajo el sol. Lo siento mucho Sakura no debí dejarte tanto tiempo ahí con lo delicada que eres—dijo preocupada.

Sakura frunció el ceño ante lo último que dijo.

—Bien señora, su hija está en buenas condiciones, no le encuentro nada malo, tampoco tiene signos de desnutrición, sólo se desmayo por la fatiga—dijo el doctor que la había estado examinando mientras apuntaba todo en una hoja. Su madre suspiró aliviada.

En ese momento entró corriendo su padre, que traía unas bolsas con lo que parecía comida y un globo de corazón con un peluche atado.

—Cariño, no puedes correr en el hospital—lo reprendió su esposa.

—Jaja, lo siento querida—dijo mientras le daba las bolsas.

—¿Como estas, Sakura?, ¿Te sientes mejor?—dijo, y cuando sakura asintió le tendió el peluche—. Mira lo que te trajo papá.

Cambiaré el destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora