Conquistando a Marcos©

Capítulo 4: Primeras pistas.

Di vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño, Lu a mi lado dormía plácidamente y suspiré mirando al techo.

¿Quién en su sano juicio podría dormir sabiendo que el amor de su vida estaba a unos pocos pasos de distancia? Además, había cierto ruido de los que seguían despiertos que no me dejaba cerrar ni un ojo y la verdad es que ya llevaba un par de horas intentando descansar y aún no lo lograba.

Revisé mi teléfono en busca del chico de Twitter y le escribí un simple "Hey" para luego caer en cuenta de que seguramente también estaba soñando con los angelitos porque no se conectaba desde hacía horas. Sin embargo, seguí navegando por la app, pasando po tweets sin mucho sentido hasta que lo vi.

El chico de Twitter había posteado una foto... De un vaso rojo justo como en el que yo bebí hace rato, en la que podría jurar, era la misma piscina de la casa de Lu.

Lancé el teléfono al otro lado de la habitación sin aliento del pánico, hice diferentes muecas y señas con mis manos para soltar los nervios.

– Mierda Marivi, te dije que era una mala idea borrar tus memes solo por hablar con gente nueva – Me reproché a mí misma con molestia y luego de unos segundos suspiré intentando calmarme. ¿Quieren que les diga algo? No lo logré, porque un instante después me encontraba gritando contra una almohada para ahogar el sonido.

Me levanté resignada a que esa noche no podría dormir y que mañana en el instituto estaría tan agotada que parecería un zombie combinado con vampiro. Salí de la habitación para caminar un rato a ver si así conciliaba el sueño y noté que la música ya había sido apagada y que el ruido que hacían los chicos hablando ahora era inexistente...  A excepción de unas voces que salían de una de las habitaciones, en las que dos personas mantenían una conversación que obviamente yo no debía escuchar, pero en mi defensa, hablaban un poco fuerte.

– ¿Y entonces dices que conoció a una chica en Twitter? – Preguntó Lenna impresionada.

– ¡Lo sé! Es loquísimo – Rió Aurora por lo bajito.

– Aurora, te dije que no se lo contaras a nadie y es lo primero que haces – Habló Poe.

– Ay pero es que... – Risita – Imagínate que se está enamorando...

– Dios, ustedes son tan chismosas.

– No hables por mí – Escuché decir a Lenna en un tono de voz apenado.

– No es chisme Poe, es actualizarnos de lo nuevo.

– ¡Es lo mismo!

– Claro que no.

– Repito, son unas chismosas – Dijo antes de abrir la puerta rápidamente.

Tragame tierra.

Otra vez.

¿Por qué me pasaban estas cosas?

Poe me miró unos segundos confundido, pero sonrió de medio lado luego de unos segundos.

– Con que tu también eres una pequeña chismosa, azulita. – Rió suavemente y cerró la puerta tras de si. – ¿Por qué tengo el honor de verte despierta a estas horas de la madrugada? Te hacía dormida como un pitufiangelito.

No quería reírme de sus bromas sobre mi cabello, pero no pude evitar sonreír de manera genuina ante ellos.

– Estaba dando un pitufipaseo porque no puedo dormir.

– Maravilloso, porque yo tampoco – Dijo como si hubiese sido la mejor noticia de su vida y sonrió de manera pícara antes de volver a hablar con una voz un poco más ronca – Aunque creo saber como ayudarte...