Capítulo 8: Monstruos internos.

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Marcos

Solo bastó con que entrara a casa para que mi tío William me mirara con molestia y esa frialdad que te hiela hasta los huesos.

- Lo único que te pido que no hagas es lo primero que te provocó hacer.

Definitivamente estaba enojado.

- Puedo explicarl...

- ¡No puedes! - Me interrumpió con autoridad - De ninguna manera puedes justificar la violencia física, Marcos.

- ¡Pero escúchame por favor! - Rogué intentando que supiera mi versión de la historia.

- No Marcos - Negó mientras me miraba decepcionado.

Y eso me destrozó.

Suspiré intentando hacerme el fuerte.

- No puedo creer que hayas golpeado a alguien luego de todo lo que has vivido, ¿Cómo te atreves? - Habló con reproche - Así no te crié. - Soltó fríamente.

Pequeños flashbacks de mi infancia pasaron por mi mente como si de una película se tratara... Cerré mis ojos y suspiré intentando ahogar el dolor y casi pude escuchar mi corazón romperse cuando mi tío pronunció lo último.

- Es diferente y lo sabes. - Contraataqué.

- No lo es, es totalmente lo mismo, una cosa conlleva a la otra. Y no creo que quieras ser como él.

No sería como él.

Porque yo no quería ser un monstruo.

Nunca sería eso que tanto me hizo daño.

- No sé por qué lo nombras en nuestra casa. - Dije notablemente irritado.

- No quiero que me desvíes el tema, Marcos.

- Pues yo no quiero hablar de eso, Tío. - Me defendí.

- Hijo, tienes un gran futuro por delante, no lo arruines con decisiones impulsadas por tus emociones... No está bien hacerlo. La violencia nunca va a ser una opción.

Y lo sabía, pero estaba lastimado.

- Se lo merecía.

Mi tío chasqueó la lengua y negó.

- ¿Sabes algo? En estos momentos te desconozco - Hizo un silencio que dolió con intensidad - No voy a seguir perdiendo mi tiempo acá. Se nota que no tienes la suficiente madurez como para ver las cosas desde un punto de vista racional y de verdad será perdido seguir hablando contigo justo ahora. Búscame cuando hayas crecido lo suficiente como para volverte un hombre y hablar de esto y de tu futuro con seriedad y responsabilidad. - Miró su reloj y luego me dió una rápida mirada - Y que no me entere que se volvió a repetir, tu universidad esta en juego.

Segundos después salió de casa y tiré de mi cabello estresado mientras soltaba el aire contenido en mis pulmones.

Subí a mi habitación para sentarme en mi cama después de un largo día.

- Toc toc... - Escuché a Lu decir tras de mi.

- Hey... - También habló Reese.

Sonreí.

- Ay parfavar, que dramáticos - Dijo Poe y semiempujó a ambos para luego sentarse a mi lado. - Te ves horrible con la cara golpeada, incluso peor que de costumbre. - Bromeó.

Lu negó y también se sentó a mi lado, Reese se sentó frente a mi en el suelo.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó con dulzura la rubia posando su mano en mi hombro.

Conquistando a Marcos©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora