Angélica
Nunca le he tenido miedo a mi tío Gio, puede que el gran Giovanni Moretti fuera considerado para todos los que trabajan con él un demonio, lucifer como muchos le llaman, el diablo mismo pero a mí nunca me dio miedo. Y sigue sin darme miedo porque sé que nunca me haría daño.
Pero hoy aprendí que mi tío está dispuesto hacer lo que sea para garantizar mi protección, ahora sé que está dispuesto a matar a quien sea que me ponga en peligro.
Estuve como lo loca por dos días preguntándome como sería el castigo que le abría implantado a Dante. Tenía miedo pero me tranquilice pensando estúpidamente que el sería incapaz de hacerle daño a su mejor amigo. Niña tonta. Cuando Dante apareció dos días después para entregarle algo a mi tío Gio en su oficina se detuvo mi corazón.
La enorme y fea cicatriz en su rostro me dijo cuál fue su castigo, se nota que por la profundidad de las marcas, la cicatriz será de por vida.
—Hola pequeña—me saludo con una sonrisa, estábamos enfrente de la puerta de la oficina de mi tío. Cuando me dijeron que Dante estaba aquí no puede evitar venir a verlo.
Y ahora las lágrimas inundan mi rostro porque sé que soy la culpable de todo esto.
—No llores—trata de calmarme, abrazándome.
—Perdóname—es lo que logro susurrar entre lágrimas.
—Yo sabía las consecuencias y esto fue muy leve—señalo su cicatriz que empieza por su frente y su lado derecho de la mejilla hasta llegar a todo su cuello—No es nada—
—Debí de haber detenido a mi tío Gio—digo entre sollozos.
De pronto la puerta de la oficina se abre y aparece mi tío Gio muy enojado.
— ¿Que está pasando aquí?—pregunta con su ceño fruncido.
De inmediato me alejo de Dante y me seco las lágrimas.
—Y lo preguntas de esa manera tan descarada— digo señalando a Dante—Mira lo que le hiciste—
—Angélica ese no es asunto tuyo ve a tu habitación—dice mi tío Gio autoritario.
Dante solo asiste y me mira suplicante supongo que no nos quiere ver pelear al igual que Paolo el siempre detiene nuestras peleas.
Así que decido irme a mi habitación y encerrarme ahí por unas largas horas.
En ese tiempo decido que le daré una lección a mi tío Gio, piensa que me dejo influenciar por los demás para hacer lo que quiero ¡ja! Le demostrare que está equivocado y si quiere condenar a alguien que sea a mí. Soy responsable de mis decisiones.
Tengo dieciocho años y siento que me tratan como un bebé y lo peor es que siento que las personas pagan por mis errores y no quiero que sigan castigando a alguien que no sea únicamente a mí.
Tomo mi teléfono y reviso mis contactos hasta que encuentro al de Dylan, un chico de la universidad que desde que nos conocimos me ha pedido insistentemente que salga con él. Siempre me he reusado y no porque el chico sea feo o algo por el estilo es muy guapo, un don juan, pero no estoy interesada en una relación, en especial en alguien que solo quiere una noche y ya.
Hasta ahora
Me pregunto que pensara mi tío cuando sepa que estoy saliendo libre y voluntariamente con un chico como Dylan. Seguramente se volverá loco y eso es lo que estoy buscando que se enloquezca.
Decido escribirle un mensaje a Dylan.
Hola cariño ¿que te parece si salimos esta noche?
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El Ángel de la mafia
Novela JuvenilGio Como Don de la familia Moretti estaba destinado a gobernar. Pero todo cambio cuando apareció ella, Angélica. Me cautivo desde que la vi, supe que tenía que protegerla y no dejarla ir. Pero cuando comenzó a crecer, sentimientos comenzaron a ap...