Angélica
Estaba algo molesta con Gio por cómo me dejo excitada y con ganas de que me follaba. Joder, estaba loca de frustración solo quería que me follara ¿Por qué era tan difícil? Mientras íbamos al evento de caridad decidí no hablarle, para demostrar mi molestia algo infantil lo sé. Pero cuando me molesto me gusta jugar a la ley del hielo algo que odia Giovanni.
Elegí usar como método de venganza un vestido rojo apretado en todas las partes necesarias con una abertura en la pierna y un escote en forma de v en la espalda. Cuando Giovanni me miro con ese vestido además del cabello y el maquillaje no pudo ocultar su excitación sobre todo cuando me ordeno que me cambiara, cosa que por supuesto no hice.
— ¿Ya dejaras de estar molesta?— me pregunto mientras detenía el auto en estacionamiento de un gran edificio.
—Depende ¿dejaras de comportarte como un idiota? — replique haciendo que gruñera.
—Pagaras por eso pequeña sabes que no me gusta que me desobedezcas, no estaba de acuerdo en que trajeras ese vestido— rodee los ojos.
—Porque entonces dejaste que esa diseñadora me probara esos vestidos—dije ganándome una mirada penetrante de Gio, que para mostrar su punto llevo su mano a pierna levantando de a poco mi vestido hasta toparse con mis bragas las cuales le dio una pequeña caricia en círculos.
—Esos vestidos son para mi deleite no sabes cómo tendré que controlarme para no matar a cualquier hijo de puta que se atreva a mirarte— siguió acariciándome estaba vez apartando mi bragas para tener acceso directo a mi clítoris— Todo tu cuerpo me pertenece nunca olvides eso.
Se apartó como si nada, saliendo del coche y luego abrió la puerta de mi lado como si pudiera fingir ser un caballero después de masturbarme en el coche.
— ¿Tienes tu arma? — me pregunto antes de que comenzáramos a caminar hacia el edifico. Solo pude asistir.
No traje un bolso para guardarla no queriendo arruinar la imagen del vestido, pero recientemente Gio me regalo un cinturón para portar armas que podía colocarlo también en mi pierna para esconder mi arma y eso fue lo que hice.
—Puede que no las necesitemos, pero estamos al lado de aliados como de enemigos y es bueno estar prevenidos.
Entramos al enorme edificio donde se estaba llevando a cabo el evento de caridad. Era algo irónico ver a tantos líderes del crimen en un solo lugar, muchos de ellos los conocí en mi boda así que había caras conocidas. Pero también había varias personas que no pude identificar.
Pero por supuesto Giovanni conocía a cada persona que estaba en este lugar, eso lo demostró cuando se acercó a saludar al alcalde y a su esposa. Solo los había visto en televisión así que fue impresionante poder verlos en persona, sobre todo ver el poder político que controlaban los Moretti. No solo conocí al alcalde también al gobernado, algunos candidatos para las próximas elecciones.
—No pensé que interactuaras tanto con políticos— dije una vez que terminamos de hablar con el gobernador.
—Alguien tiene que pagar sus costosas campañas políticas— dijo como si la idea no fuera totalmente de su agrado—Pero lo necesitamos a cambio de algunas libertades.
Ya me imaginaba que esas "libertades" serian la ruta más fácil para el comercio ilícito, eso explicaba porque era tan fácil traer la mercancía a la ciudad.
—No pensé que fueras a venir Moretti— dijo una voz que me parecio muy conocida cuando me voltee para ver de quien se traba, me di cuenta que eran Alessandro Costello y su prometida que se acercaron a nosotros.
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El Ángel de la mafia
Teen FictionGio Como Don de la familia Moretti estaba destinado a gobernar. Pero todo cambio cuando apareció ella, Angélica. Me cautivo desde que la vi, supe que tenía que protegerla y no dejarla ir. Pero cuando comenzó a crecer, sentimientos comenzaron a ap...