El Ángel de la mafia

Capitulo veintiuno

Angélica

—Quiero que me acompañes a un evento de caridad que será esta noche— dijo Gio esta mañana mientras desayunamos, debo de admitir que me sorprendió su propuesta, sabía que muy pocas veces Gio estaba de acuerdo en asistir a ese tipo de eventos. Si lo hacía significaba que era para beneficio de la famiglia así que algo estaba tramando— Sera un evento en beneficencia de los niños sin hogar.

Fruncí el ceño, eso era nuevo.

—No sabía que los mafiosos hacían ese tipo de actos de caridad— dije.

—En la famiglia tenemos varias organizaciones benéficas, no te mentiré lavamos dinero con la mayoría. Pero también ayudamos a los beneficiarios de estas organizaciones que muchas veces son personas sin recursos ajenas a la famiglia.

Me sorprendía no tener conocimiento sobre ese tipo de organizaciones de caridad que poseía la famiglia. Había muchas cosas que eran obvias que no sabía pero quería involucrarme y ayudar en una fundación benéfica me parecía una mejor opción que estar disparando un arma.

— ¿Algo en especial que tenga que usar esta noche? — pregunte.

—Sera algo formal y elegante así que llamare a una diseñadora para que se encargue de ayudarte a escoger el atuendo adecuado— dijo simplemente pero pude notar ese brillo distintivo en sus ojos que me decía que estaba tramando algo.

Después del desayuno cada quien se fue por su lado. Gio se fue a su oficina a seguir trabajando y yo volvía a la universidad. Era diferente volver a asistir a clases ahora, antes sentía las miradas y susurros de las personas, todos sabían quien era. Pero ahora mi matrimonio con Giovanni estaba en boca de todos en Chicago, había titulares en los periódicos e incluso varios canales de noticias lo habían mencionado.

Por supuesto, era un escándalo que me casara con el que hace unos meses considere mi tío, incluso fue algo escandaloso en la famiglia, pero la diferencia estaba en que nadie se metería en la vida personal del Don de la famiglia Moretti a menos que quisiera morir.

Cuando fui a mi salón de clases y me senté en mi pupitre note como el silencio y la tensión lleno la habitación que antes de que entrara estaba llena del ruido de otros estudiantes, incluso note como una chica que estaba sentada a mi lado cambio rápidamente de asiento.

El temor y el respeto era algo con lo que vivían los Moretti así que sabía que pronto tendría que acostumbrarme a esa reacción de la gente, que sería muy cotidiana. Pero a la vez era bueno saber lo que el apellido Moretti causaba en las personas.

Por suerte Mónica entra unos minutos después al salón y se sienta a mi lado, en el asiento que minutos antes fue abandonado por una estudiante asustadiza.

—Me alegra verte— dijo Mónica con una alegre sonrisa. Habíamos estado hablando desde que llegue de mi luna de miel. Pero no habíamos tenido la oportunidad de vernos en persona y sinceramente lo necesitaba, quería hablar con una persona que no juzgara. Y sabía que Mónica era esa persona— Y sobre todo me alegra ver que estas bien a pesar de todo...

—Giovanni últimamente ha hecho un esfuerzo porque las cosas vayan bien entre nosotros— por lo menos tenía que darle crédito en eso.

— ¿Eso significa que ya han estado juntos? — sonreí. ¿Quién diría que la tímida pelirroja que usaba gafas y ropa holgada el primer día de clases se había convertido en esta chica que no le daba miedo hacer preguntas de sexo? No había duda que había creado un monstruo y eso me hacía feliz, saber que había ayudado a que Mónica tuviera esa confianza en sí misma.

—Por alguna razón se reúsa a follarme—confesé en un susurro para que nadie más nos escuchara aunque duda que los estudiantes se quisieran acercar a nosotras.