𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒎𝒊𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 -𝓑𝓪𝓴𝓾𝓰𝓸𝓾 𝓗𝓪𝓽𝓼𝓾𝓴𝓲

ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝑋

En estas dos semanas de tener a una pelirrosa enana volando a su alrededor, Bakugou había notado unas cosas.

1. Si le daba la oportunidad de hablar a la flor, lo hará, sin pensarlo dos veces y demasiado.

2. Jamás había conocido a una persona tan abierta. 

3. Era demasiado buena tanto que en ocasiones le irritaba ¿cómo puede ser alguien tan amable con todo el mundo?

4. Le parecía extraño que al ser ella tan habladora solo tuviera 6 amigos.

Porque si, siempre le prestaba atención a todo lo que ella le decía, aunque siempre se hacía el desinteresado.

Aún seguía sin saber el porqué ella quería ser su amiga 

Espera.

¿Era normal y sano que enumerara cosas sobre ella?

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No tardó mucho en llegar la pelirrosa, cuando la chica cruzó las puertas del vagón su mirada fue directamente hacia Bakugou y esta sonrió acercándose a él.

—Buenos días ¿Estás nervioso? —preguntó posándose a su lado.

—¿Cuándo me has visto nervioso? 

—Tienes razón, eres genial —elevo las comisuras de sus labios y apartó la mirada para buscar algo en su mochila.

El cenizo no respondió nada, pero sonrió en lo bajo sin despegar los labios a pesar de que ella no lo miraba.

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Ahora estaban en la sala de espera 

—Vaya Midoriya parece realmente nervioso —cometo Denki.

—¿Quién no? —inquirió Satou.

Ambos empezaron a charlar de tonterías para quitarse los nervios.

—¿Midoriya no es tu amigo por qué no vas a verlo Bakugou? —cuestionó la pelirrosa sentada a su lado—, parece realmente nervioso, creo que como amigo le debes apoyar —dijo animada—. ¿Qué piensas? —preguntó al sentirlo tan callado pero con una vena hinchada en su cuello.

—Pienso que deberías dejar de ser tan entrometida y habladora —se quejó con voz hostil y con los ojos cerrados para no mirarla.

Kiyomi no mencionó nada después de eso, sin embargo, no se movió de su lugar.

El presidente de clase, Iida, llegó comunicando que estaban a punto de empezar.

Bakugou sintió como algo lo jalaba débilmente de su manga del uniforme deportivo. Fijó su mirada a la causante de eso.

—Lo siento —murmuró sonando realmente apenada.

El cenizo no le contesto y se limitó a tragar saliva mientras se cruzaba de brazos, aunque poco segundos después este empezó a sentirse mal.

«No merecía que la tratara así...», se había dado cuenta de que a él no le gustaba hablarle de esa manera a ella.

Discretamente, la miró de reojo, la flor estaba inclinada sobre la mesa, con su mentón recargado en su mano, tenía la mirada seria, fija en la conversación de Satou y Kaminari.

«Mierda, ¿la hice sentir mal?», se cuestionó al no ver su sonrisa tan grande que hacía que hasta a él le dolieran las mejillas y no ver el brillo en sus ojos.

Inconscientemente, su pierna comenzó a brincar rápidamente debajo de la mesa.

La mente de Bakugou estaba en otro lado menos en la Sala de espera 1A. Aunque, claro, escucho totalmente la conversación de Deku y el bastardo mitad mitad.