Eso alteró aún más a Bakugou, sin saber el motivo exacto estaba a punto de producir una explosión para ir volando hacia la flor.
Pero fue retenido por el brazo de su contrario, él lo miró incrédulo y expectante.
«¿Esos dos idiotas no eran amigos?», se preguntó en sus adentros.
—¡Déjala Kim puede sola con todos ellos, así es su juego! —le gritó mientras golpeaba y esquivaba ataques de los villanos que estaban con ellos—, después de todo ella es una estudiante recomendada.
Notando que Bakugou seguía dudoso de sí de verdad ella podía con siete villanos exclamó:
—¡Confía en Kim! Y ayúdame a parar a estos villanos.
Mientras Bakugou peleaba contra los villanos que tenía enfrente, no podía evitar enviar unas miradas hacia afuera.
Lo que Bakugou vio a continuación fue una de las escenas más insólitas que había contemplado en toda su vida.
La florecilla, a una gran velocidad, extrajo debajo de su traje una daga pequeña y, con un golpe fulminante lanzó a dos villanos hacia atrás, contra el suelo, a mucha distancia. Sin embargo, lo más increíble de todo fue que, apenas estos tocaron el suelo, ella ya estaba peleando con los otros cinco villanos al mismo tiempo sin apenas moverse y con el brazo izquierdo tranquilamente apoyado en su pequeña espalda. Aquella escena se veía como si la flor estuviera en una agradable conversación con unos amigos, pues aunque estuviera peleando tenía una pequeña sonrisa en el rostro; al parecer lo estaba disfrutando.
Uno de los villanos alzó la pierna para darle una patada y ella, sosteniendo tranquilamente su daga contra el vientre, lo golpeó con su pie de manera que la pierna del villano rebotó hacia atrás pegando de lleno a uno de sus compañeros y lanzándolos lejos hasta que se estrellaron con una gran roca. Aquellos debieron de quedar inconscientes porque ya no se movieron.
Mientras tanto, un tercer villano había tomado velocidad y ahora intentaba propinar un golpe, con su brazo que se podía convertir en un cuchillo, a la pequeña pelirrosa por la izquierda. Pero esta, seguía sin alterarse, paró el golpe con su daga.
Todo lo que estaba viendo Bakugou ocurría con una rapidez tal que sus ojos casi no podían seguirlo (y aparte, él estaba peleando junto a Kirishima con más villanos), pero en ese momento, el villano, quitó su brazo para dejar de ser retenido por la pequeña daga de la pelirosa, y volvió a lanzar su puño izquierdo hacia el estómago de la más pequeña, la cual, con toda parsimonia, le golpeó con la daga en el brazo y, de ahí, subió a la cara y le golpeó también.
El tipo emitió un grito horrible y, al tiempo que su mejilla izquierda empezaba a sangrar abundantemente, su brazo donde se manifestaba su quirk estaba ahora colgando, exánimes.
Mientras, otros dos villanos corrían para ir contra la flor con los puños extendidos, que estaban con fuego alrededor; el primero se llevó un tremendo golpe en las costillas que lo dejó sin respiración y, el segundo, en el brazo con el que iba a pegar, de manera que ambos quedaron a un tiempo recobrando aire y fuerzas permitiendo a la pequeña aprovechar esos breves segundos para propinar, a uno, un tremendo golpe en la cabeza que lo hizo desplomarse contra el suelo, ahora estaba inconsciente y, al otro, una patada brutal en el estómago que lo catapultó hacia atrás encogido sobre sí mismo, en posición fetal. Ninguno volvió a moverse.
—Pensaba que sería más difícil pelear con ustedes, pero me han decepcionado, supongo que los verdaderos villanos se encuentran ahora con el sensei…
Una vez Kiyomi acabó con los villanos se fue adentro del edificio donde estaban hablando Kirishima y Bakugou.
Cuando puso un pie en el edificio sintió como alguien se abalanzaba hacia ella y la giraba una y otra vez como una muñeca de trapo. Era su amigo Eiji quien la examinaba de no tener golpes.
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𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒎𝒊𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 -𝓑𝓪𝓴𝓾𝓰𝓸𝓾 𝓗𝓪𝓽𝓼𝓾𝓴𝓲
FanfictionKobayashi Kiyomi tiene una cara bonita que hace que voltees a verla. Bakugou Katsuki tiene una cara que causa temor hasta en los más pequeños. Kiyomi tiene una personalidad alegre y adorable. Katsuki tiene cara de molestia la mayor parte del tiempo...