Kobayashi Kiyomi tiene una cara bonita que hace que voltees a verla. Bakugou Katsuki tiene una cara que causa temor hasta en los más pequeños.
Kiyomi tiene una personalidad alegre y adorable. Katsuki tiene cara de molestia la mayor parte del tiempo...
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—¡Wow! Bakugou, estás sudando mucho, ¿corriste hasta aquí porque pensaste que llegarías tarde? Jaja —preguntó risueña mientras lo miraba directo a la cara.
—¿Qué te importa?
—Eeeh… hmm.
Se paró de puntitas y acercó su cara solo un instante a la de Bakugou y luego retrocedió para observarlo.
Él solo la miro fijamente, con expresión confusa y en el fondo sintiéndose un poco incómodo, cuando ella dijo:
—No puedo ni imaginar que corrieras de la estación hasta acá porque pensabas que llegabas tarde.
—¿Qué tan increíble es?
—Es que no tienes aire de nerd jaja.
Probablemente ella buscaba todo menos hacerlo enojar, pero no pudo evitar irritarse cuando se lo dijo de frente. Sin saber muy bien el porqué.
Quizás se deba a que muy en el fondo sabe que no le gusta que lo juzguen por su apariencia o actitud, en vez de aquellas cosas por las que se ha esforzado.
La pelirrosa se colocó a su lado con total naturalidad, mientras Bakugou entrecerró los ojos y la miró fijamente.
—¿Necesitas algo flor?
—Nada de eso. Solo quiero que vayamos juntos —apuntó con el dedo hacia la gran puerta de la UA.
Mientras atravesaban el gran portón que daba a la UA; el cenizo volteo a ver a la chica dándose cuenta de que ella también lo miraba.
Sin embargo ella lo miró a los ojos y le sonrió.
—Aparte mi asiento está enfrente del tuyo.
En lugar de contestarle, él se limitó a apartar la mirada. En esos momentos el salón de clase 1-A le parecía más lejano que de costumbre.
—¿Eh?, no te ves muy contento —comentó la chica.
Bakugou le contestó con un frío “no es nada”, a lo que ella respondió simplemente “hmm…” En actitud pensativa.
Continuaron caminando y, cuando estuvieron frente al salón, ella ya había recuperado su expresión alegre.
—Ya se me había pasado por la cabeza que quizás se tratara de eso.
—¿De qué hablas?
—No te agrado, ¿verdad?
Una vez más, esa chica no se anduvo con rodeos y le hizo una pregunta directa que Bakugou habría preferido no escuchar.
Creyendo que ese es el tipo de cosas en las que es mejor usar la intuición y no preguntar. De cualquier manera, la forma en que lo dijo mostraba inseguridad.
—¿Quieres que sea sincero? —se detuvo bajando su mirada para poder verla mejor.
