«Espero encontrarme a Bakugou hoy», pensaba la pelirrosa mientras esperaba a que las puertas del tren se abrieran.
Ya había pasado semana y media desde que se habían encontrado por primera vez en el tren.
Su relación... era normal, dentro de lo que cabe; a pesar de que ella ya lo consideraba como un amigo, él solo la toleraba más que el resto, no le decía nada de palabras obscenas, aunque, sí le gritaba cuando ella le colmaba la paciencia.
Durante este tiempo estuvieron coincidiendo milagrosamente en el mismo vagón del tren.
Aunque Kiyomi no hacía nada, simplemente tomaba, como de costumbre, el mismo vagón y al parecer Bakugou también tomaba ese mismo vagón unas dos estaciones después.
No obstante, Kiyomi siguió teniendo dudas, ya que desde el primer día que ella entró a la UA no lo vio en ese mismo vagón.
Por supuesto que no quería hacerse ilusiones, pero... ella pensaba que Bakugou ahora tomaba justo ese vagón y justo a esa hora, porque él tenía la certeza de que ahí se encontraría ella.
Negó en repetidas ocasiones con la cabeza, sacando cualquier teoría loca y sin fundamentos, suspiro pesadamente.
Su teoría era demasiado buena para ser verdad.
Aunque ese día era diferente, no tomaría el tren en la estación que normalmente había tomado en el transcurso de los días.
Ahora estaba a tres estaciones después de aquel punto.
«Bakugou ya debe de estar en el vagón».
Al entrar al vagón vio su cabellera alborotada inconfundible, elevó las comisuras de sus labios inconscientemente y se acercó a él.
—Buenos días Baku- Oh...
Cerró la boca repentinamente al darse cuenta de que su amigo se encontraba dormido.
«¿Quién se puede quedar dormido de pie?», inclinó su cabeza unos grados con curiosidad.
Pese a eso, ella permaneció a su lado observando.
«Aunque esté dormido sigue teniendo mala cara».
—Me estás mirando demasiado.
—¿Eh? —se sobrecogió en su lugar—, ¿Estabas despierto?
—Adivina... —ironizó mientras lanzaba un gruñido.
La atrapó del brazo y de nuevo la dejó en una esquina, donde antes estaba él, para que nadie pudiera tocarla.
Esbozó una dulce sonrisa la más pequeña, esa acción ya se había vuelto una costumbre para los dos.
Bakugou suspiro mientras ponía todo su peso en su pierna derecha.
—¿Por qué te subiste en esta estación?
Pregunto tratando de inhibirse en el asunto, mientras observaba al frente, lo bueno que la flor era enana, así no podía ver su cara cuando él miraba al frente.
Pese a que él trataba de mantenerse desinteresado, en el fondo, algo le carcomía un poco. No admitiría que al entrar por la puerta del vagón y no ver a la flor ahí algo dentro de él tembló de miedo e incertidumbre.
—Ah, eso... —titubeo—, a partir de esta semana estaré llegando por esta estación ¿de acuerdo?
—¿¡Por qué me preguntas a mí!? No me importa para nada lo que te pase.
Ella solo trataba de contener una pequeña risa.
«Es demasiado fácil hacerlo enojar».
Bakugou quiso preguntar el por qué de aquella confesión de la chica, pero no quería ser entrometido; de todas maneras él tenía razón, no se preocupaba por esa flor para nada.
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𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒎𝒊𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 -𝓑𝓪𝓴𝓾𝓰𝓸𝓾 𝓗𝓪𝓽𝓼𝓾𝓴𝓲
FanfictionKobayashi Kiyomi tiene una cara bonita que hace que voltees a verla. Bakugou Katsuki tiene una cara que causa temor hasta en los más pequeños. Kiyomi tiene una personalidad alegre y adorable. Katsuki tiene cara de molestia la mayor parte del tiempo...